El Caso Wallace
PGR ayudó a fabricar pruebas a Isabel Miranda de Wallace
La Procuraduría General de la República, desde 2006, ayudaba a fabricar pruebas a Isabel Miranda Torres para sostener el falso caso Wallace. Segunda parte.

SEGUNDA PARTE
Por Guadalupe Lizárraga
ENSENADA, Baja California.- En febrero de 2006, Carlos León Miranda, padre biológico de Hugo Alberto Wallace, recibió una llamada de Isabel Miranda, su exesposa. Le pedía que fuera a dar una muestra de sangre para el análisis de ADN y cotejarlo con una gota de sangre de un centímetro que la Procuraduría General de la República supuestamente había encontrado en el sardinel del baño, lugar donde afirmaba que habían asesinado y cercenado el cuerpo de Hugo Alberto. Incluso, Isabel le ofreció comprarle el boleto de avión de Tijuana a la Ciudad de México. León Miranda aceptó dar su muestra de sangre, y él pagó su boleto de avión.
Cuando llegó a la Ciudad de México, se puso en comunicación con ella, quien insistió en recogerlo en un sitio. León Miranda le dijo que en la Biblioteca de México, La Ciudadela. “No sabía ni dónde estaba la biblioteca –dice a Los Ángeles Press– y allí la esperé sentado en una banca, hasta que vi que llegaron dos camionetas negras, modernas, y venía con ella gente que la cuidaba. Cuando me acerqué, me dijo que me fuera yo en la camioneta de atrás, que íbamos a la SIEDO”.
León Miranda fue trasladado a las instalaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Ella le dio el pase a un pequeño laboratorio, donde una mujer le tomó la muestra de sangre. Una jeringa, dijo. Luego, un ministerial le pidió que se pusiera una férula en la mano derecha para inmovilizarla, y pasaron a otro cubículo. Isabel le dijo que él no hablara nada y lo presentó como José Enrique del Socorro Wallace Díaz. Isabel también dijo al ministerial que ella iba a firmar por él, porque él no podía mover la mano. Cuando se quedaron a solas, Isabel comentó a León, según su testimonio, que ella firmaba los documentos como Wallace.
Carlos León Miranda temía por su vida y la de sus hijos, y no volvió a tener contacto con Isabel, ni tampoco supo de los resultados de la muestra de sangre aportada. Años después, se enteró por la prensa que la defensa de los inculpados había cuestionado el peritaje de la gota de sangre de un centímetro porque decía que era sangre de mujer, y fue justificado como “error de dedo” de parte de la perito. Las gráficas genéticas del peritaje fueron desaparecidas por la PGR, y hasta la fecha la duda persiste respecto a quién pertenecía esa gota de sangre, que en un principio la defensa especulaba que era de Claudia Wallace Díaz, media hermana de Hugo Alberto e hija biológica de Enrique Wallace e Isabel Miranda.

Farmacia Homeopática, propiedad de Carlos León Miranda. Foto: Los Ángeles Press/Guadalupe Lizárraga
La convivencia de Hugo Alberto con su padre biológico
“Tengo entendido que Hugo Alberto estuvo internado en Oceánica, y pues sí, cuando vino aquí a Ensenada se relacionó con puros dealers”, comenta Carlos León Miranda. Desde que estaba como maestro en el Colegio Aztlán, uno de los colegios en los que Isabel Miranda Torres fungía como directora pese a que no tenía acreditación profesional para ello, Hugo Alberto era consumidor de cocaína. Así lo confirmó su padre, otra testigo de calidad y uno de sus compañeros del colegio del que nos reservamos su identidad.
Hugo visitó por primera vez a su padre biológico en Ensenada a finales de octubre de 1994. Isabel le había negado la información a su hijo sobre su padre, y a León le había prohibido ver a su hijo desde que tenía 4 años; sin embargo, el padre insistía en compartir la custodia, hasta que fue amenazado de muerte por los hermanos de Isabel con armas de fuego. Uno de ellos, con el uniforme de la policía federal y arma en mano, se lo advirtió en un estacionamiento. Carlos León le dijo que sólo quería ver a su hijo, sin molestar a Isabel. Pero el hermano de Isabel le profirió insultos y amenazas de muerte en respuesta. Carlos todavía le dijo que si se quitaba el uniforme y dejaba el arma, podían arreglar las cosas. Pero el otro hombre furioso no reaccionaba.
Cuando Hugo fue a ver a su padre, en 1994, ya tenía 25 años y estaba casado con Erika Monsiváis Tenes. Tenían a Andrea Isabel, hija biológica de ambos. El padre de Hugo los hospedó en su casa, propiedad que le ayudó su madre María Guadalupe Miranda Romero a adquirirla. Carlos León vivía con su pareja, una enfermera que había conocido desde 1971, cuando trabajaron juntos en el ISSSTE. De esta unión, nació el único hijo que lleva el nombre completo de su padre.
De acuerdo con otros testimonios, el principal proveedor de cocaína para Hugo era El Mortal, un dealer local del que ya traía referencias. En aquellos años, gastaba unos cinco mil pesos diarios en la droga, más aparte el alcohol. Convivió con sus medios hermanos, a insistencia del padre. Por las noches, mientras Hugo salía de fiesta, dejaba a su esposa Erika y a su hija en casa de su padre. Así fue como Erika, conversando sobre los recuerdos de la familia, se dio cuenta cómo habían concebido a Hugo.
Isabel tenía ya 17 años y ya vivía con su tía María Guadalupe Miranda Romero, madre de Carlos. Él era médico cirujano, tenía dos hijos y trabajaba en una farmacia que había montado su madre en la colonia Roma. Isabel llegaba por él a su casa, donde vivía con su mujer e hijos, y lo sacaba de allí para que la llevara en motocicleta a Cuautla, donde compraban marihuana y alcohol. Incluso, así fue como llegaron al Registro civil de Amecameca, Estado de México, para contraer matrimonio. Meses después, nacía Hugo y lo registraron hasta el año, en la Delegación Xochimilco.

Acta de matrimonio de Carlos León Miranda y María Isabel Miranda Torres, cuando tenía tres de embarazo de Hugo Alberto.
La historia familiar fue contada a Erika y Erika a Hugo, en una de esas madrugadas. Él se puso muy alterado, después de conocer esa historia, y en ese mismo momento habló por teléfono a su madre. El abuelo Fausto Miranda Romero, padre de Isabel, levantó el auricular:
–¡Abuelo pásame a mi mamá!
No se escuchaba la respuesta del otro lado del auricular.
–¡Te digo que me pases a mi mamá! ¡Que me la pases!
–…
–¡Me vale madres! ¡Pásamela!
–…
–¿Es cierto que tú andabas con Carlos quemando mota?
–…
De repente, Hugo Alberto estrelló el celular contra el piso, y su rostro se puso de un rojo intenso por el coraje. Se dirigió a su esposa.
–¡Vámonos, Erika! ¡Por salud mental! ¡Vámonos!
Y el padre de Hugo, a esas horas de la madrugada, los llevó en su auto a Tijuana para que tomaran un vuelo de regreso a México.
¿Por qué declarar hasta ahora?
Carlos León Miranda, en entrevista para Los Ángeles Press, minutos antes de su comparecencia ante la Fiscalía General de la República, dijo que su silencio todos estos años había sido por temor. La llegada de Andrés Manuel López Obrador hizo que cambiara su percepción de la situación. Incluso, dijo conocer al presidente de la república, porque lo había saludado en persona en la ciudad de Tijuana, donde le entregó un proyecto para curar el VIH-Sida y otras enfermedades del sistema inmunológico con Homeopatía. Carlos se dedicó a estudiar y a especializarse en diversas ramas de la Medicina. Llegó a la homeopatía para contrarrestar los efectos secundarios de la alopatía y porque sus pacientes no podían gastar los altos costos de los productos de los laboratorios. Tomó cursos en Cuba, Arizona, en México, y en la frontera norte.
Sin embargo, Carlos ha vivido con el temor por las amenazas de Isabel y de sus hermanos. A toda la familia se les exigió el silencio no sólo de la fabricación del secuestro de Hugo Alberto, sino el origen del padre biológico de Hugo y del matrimonio de Carlos León con ella, desde antes de la fabricación del secuestro. Isabel utilizaba a agentes de la SIEDO-PGR para sus amenazas y para fabricar las pruebas que fuesen necesarias en el expediente o para desaparecer las que iba aportando la defensa de los inculpados. Así fue con las gráficas géneticas del peritaje de la muestra de sangre, la firma por Enrique Wallace, la carta de No antecedentes penales que fabricaron para la Corte de Chicago a nombre de Hugo Alberto, firmada por un fiscal Antisecuestros que ya no laboraba en PGR, entre otros documentos.
Los Ángeles Press preguntó a Carlos León sobre el accidente de otro de sus hijos. Miró a la cámara de frente, y se le salieron las lágrimas. Se trataba de Máximo Antonio Miranda Rodríguez, de 25 años, concebido con su primera mujer. Sufrió un supuesto accidente en carretera que le costó la vida. Sin embargo, hubo testigos de que el accidente de Antonio, “Toñito”, como lo llama todavía su padre, pudo haber sido provocado. En video, León Miranda señala que este supuesto accidente podría haber estado relacionado con Isabel, porque ocurrió entre seis meses y un año antes de la desaparición de Hugo. Incluso, Hugo fue al funeral de Antonio, e Isabel le llamó por teléfono para darle el pésame.
–He sido muy estúpido, así me han tomado –dice León, mientras cuenta el accidente de su hijo Antonio. La versión alternativa que le dieron fue que Antonio iba en su auto, cuando fue alcanzado por una camioneta negra, y una vez emparejados con el auto del joven, desde la ventanilla, alguien le hizo señas con un objeto como si fuera un arma de fuego. Antonio aceleró su auto, de un modelo más viejo, y al pasar por un puente, perdió el control. Todavía quedó vivo después del impacto. Pero sufrió mucho antes de morir, señala León.
“No es justo ni legal lo que hizo Isabel, han sido muchos años de sufrimiento para toda la familia, hasta se ponía como si fuera la virgen de Guadalupe. Cómo puede tener tanto ego una persona”, y León clava su mirada en el suelo, mientras el fiscal lo llama para comparecer.
El Caso Wallace
José Luis Moya ejerce réplica sobre calumnias de Isabel Miranda lanzadas en El Heraldo de México

Fue testigo protegido en una corte de Chicago en favor de una de las víctimas de Isabel Miranda y presentó indicios de vida de Hugo Alberto Wallace en 2006
Por Guadalupe Lizárraga
José Luis Moya Moya, asesor de Transparencia y combate a la corrupción, ejerció su derecho de réplica en respuesta a las calumnias de la presidente de la asociación civil Alto al Secuestro, Isabel Miranda Torres, quien lo llamó “oportunista” y «extorsionador» en El Heraldo de México, diario que le negó el espacio. Moya fue uno de los testigos que interactuaron con su hijo Hugo Alberto Wallace Miranda, en 2006, después de la fecha de la supueste muerte.
A través de un documento PDF de 46 páginas, José Luis Moya refirió que la supuesta nota de rescate que enviaron los presuntos plagiarios de su hijo fueron impresas tanto por las entonces Procuraduría General de la República (PGR) como por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). También afirmó que desde 2006, se conocía que el hijo de Isabel Miranda Torres no era descendiente de Enrique Wallace Díaz, y que desde entonces se informó al conductor de Grupo Imagen Ciro Gómez Leyva en su programa en vivo. Sin embargo, la respuesta de Isabel Miranda fue de calumnias y amenazas de cárcel después de acusarlo la primera vez de extorsión.
En abril de 2019, la periodista Guadalupe Lizárraga corroboró la versión de José Luis Moya sobre el padre biológico de Hugo Alberto Wallace, el doctor Carlos León Miranda, primo hermano de Isabel Miranda, a quien la periodista presentó en conferencia de prensa, acompañados por la senadora Nestora Salgado.
Moya fue testigo protegido en un juicio en Chicago de una de las víctimas de Isabel Miranda con el se decidiría su extradición a México. Aparte de su testimonio, allí presentó como pruebas copias de correos electrónicos de Hugo Alberto Wallace Miranda y mensajes de texto, así como registro de llamadas.
De la misma manera, recordó que peritos especializados le notificaron que la supuesta muerte de su hijo por los secuestradores no estaba sustentada científicamente, debido a que el sitio donde supuestamente se había cometido el crimen no tenía manchas de sangre que podían haberse encontrado con Luminol ni se hicieron las analíticas forenses para determinar si se había cortado en un diminuto baño un cuerpo con las dimensiones del hijo de Isabel Miranda, tal como lo afirmado ella.
Para José Luis Moya, no hay duda de que Isabel Miranda manipuló la información para fabricar el falso secuestro de su hijo con el apoyo de Genaro García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública federal (SSP) en el gobierno de Felipe Calderón y declarado recientemente culpable de narcotráfico en Estados Unidos.
Ante las pruebas que confirman el montaje del falso secuestro de su hijo, aseveró que él sigue pensando que está vivo, debido a que también se ha comprobado que de forma sistemática Isabel Miranda ha sido beneficiada por el gobierno de México, desde el periodo de Vicente Fox hasta la fecha.
El Caso Wallace
Isabel Miranda calumnia en medios a testigos que declararon sobre el falso secuestro de su hijo

Primero los acusa de extorsión en los medios y, después, con tráfico de influencias en el Ministerio Público, los mete a prisión
Por Guadalupe Lizárraga
Con una serie de calumnias reproducidas por El Heraldo de México, Isabel Miranda Torres hostiga de nuevo a uno de los varios testigos que han declarado sobre la falsedad del secuestro y homicidio de su hijo Hugo Alberto Wallace Miranda. Se trata de José Luis Moya Moya, investigador privado, que reveló llamadas y correos electrónicos de Hugo Alberto en 2006 con fecha posterior a su supuesta muerte.
Moya también emprendió una búsqueda de la supuesta víctima en 2006, al tratarse del amigo más cercano de su expareja sentimental Laura Domínguez, de quien Hugo Alberto era vecino y tenían estrecha convivencia. En la investigación llevada por Moya, dio a conocer las primeras contradicciones de los dichos de Isabel Miranda respecto al supuesto secuestro, así como las incongruencias que revelaban el falso homicidio contado a los medios por la misma madre.
José Luis Moya puso la denuncia en ese entonces en la procuraduría de la Ciudad de México y en la PGR, y su declaración dijo que Hugo Alberto estaba vivo:
“(…) que tengo información que consta que se encuentra con vida Hugo Alberto Wallace Miranda, y según declaración de la señora Isabel, dice que estoy interfiriendo y tengo documentación del secuestro, lo cual es falso, porque no he interferido en su investigación en ningún lado y solicito a esa representación social que acredite con pruebas la señora Wallace y sus testigos cómo he interferido en su investigación y contrariamente a sus falsas imputaciones de extorsión que hizo públicas en televisión y medios de prensa.
Omitió la señora Informar que antes de su denuncia ya nos habíamos presentado voluntariamente a las dos procuradurías y al programa radiofónico de Ciro Gómez Leyva, para ponernos públicamente a disposición de las autoridades competentes para coadyuvar en las indagatorias y tan es así que cuando recibí los primeros mensajes de Hugo Alberto, informe telefónicamente a ambas procuradurías, y personalmente a algunos funcionarios.
Al respecto, declaro que he recibido mensajes telefónicos vía TELCEL, supuestamente de Hugo Wallace, y pedí se confirme la posible autenticidad de los mismos, porque se le hicieron preguntas claves de información que solamente entre él y Laura Domínguez conocían, y es de hacer notar a esta representación social de la federación que antes de tener el contacto supuestamente con Hugo, recibimos información y documentación de un supuesto informante que también nos dijo que Hugo Wallace estaba vivo, y en el teléfono celular 5533337676, Hugo Wallace ha tenido múltiples conversaciones con Laura”.
Laura Domínguez fue una de las personas con las que tuvo comunicación telefónica Hugo Alberto, después de la fecha de su supuesta muerte, además de un encuentro con él en el aeropuerto, llevada por José Luis Moya en su auto. Sin embargo, tanto Domínguez como Moya inmediatamente fueron amenazados de muerte, y acusados falsamente de extorsión .
Incluso las amenazas de Miranda se repitieron cuando José Luis Moya y su excompañera hablaron con Ciro Gómez Leyva en su programa en vivo, para informarle que su hijo no estaba muerto como ella aseguraba.
Tampoco es la única víctima acusada falsamente por Isabel Miranda. De la misma manera calumnió la madre y a hermana de César Freyre Morales, quienes pasaron año y medio en prisión acusadas también de extorsión, para presionar a Freyre a que se declarara culpable del secuestro del supuesto secuestro de su hijo.
Otra de las falsas acusaciones de Miranda fue en contra de la abogada Ámbar Treviño Pérez, quien llevaba la defensa de César Freyre. Con tráfico de influencias, Miranda logró que le dieran prisión preventiva a Treviño con cargos de falsificación de documentos en mayo de 2010. El Juzgado Tercero de Distrito del Estado de Durango resolvió la exoneración de cargos y le dictó el auto de libertad bajo el Exhorto Número 67/2010 del Juez Decimoquinto de Procesos penales “por falta de elementos para procesar en favor a Ámbar Treviño por los antijurídicos de falsificación de documentos…”.
En la investigación periodística de Guadalupe Lizárraga, El falso caso Wallace y La vida impune. Biografía criminal de Isabel Miranda de Wallace, se evidencian los rastros de vida de Hugo Alberto Wallace, además de las pruebas de tortura, intentos de secuestro, encarcelamientos injustos, y amenazas contra los inculpados y sus familiares por parte de Isabel Miranda y de los agentes de la SIEDO.
El Caso Wallace
Periodista hace precisiones sobre víctimas del caso Wallace a Salvador Leyva, exfuncionario de Defensoría pública

Salvador Leyva Morelos Zaragoza, quien se desempeñó como secretario técnico de Combate a la Tortura Tratos Crueles e Inhumanos del Instituto Federal de Defensoría Pública, hizo pública su renuncia a la nueva titular de ese organismo Taissia Cruz Parcero. Sin embargo, en su referencia a las víctimas del caso Wallace, dice «sentir temor de que la defensa sea vulnerada».
En respuesta, la periodista Guadalupe Lizárraga, autora de El falso caso Wallace, en una carta abierta al exfuncionario público, especifica las situaciones de vulnerabilidad que ya presentaba la defensa de las víctimas durante la gestión de Salvador Leyva como responsable de combatir la tortura desde Defensoría pública.
Aquí la carta abierta
Ciudad de México, a 3 de febrero de 2023
Sr. Salvador Leyva Morelos Zaragoza
Exsecretario Técnico de Combate a la Tortura, Tratos Crueles e Inhumanos del IFDP
En su renuncia al Instituto Federal de Defensoría Pública presentada con fecha del 2 de febrero de 2023, hago las siguientes precisiones con respecto a las víctimas de la fabricación del caso Wallace, por mi compromiso ético con éstas y por el derecho que México tiene a estar informado, sobre todo cuando ha sido objeto de manipulación mediática y corrupción judicial por casi cuatro sexenios promovida por ustedes mismos, los servidores públicos.
Siendo secretario técnico de Combate a la Tortura, Tratos Crueles e Inhumanos, adscrito a la Dirección General del IFDP, usted ignoró a las víctimas de tortura relacionadas con este caso: César Freyre Morales, Jacobo Tagle Dobin, Jael Malagón Uscanga, George Khoury Layón, y al abogado defensor de Jacobo, Alejandro Garduño Real, quien sufrió atentados con armas de fuego, además de la tortura psicológica por las amenazas a su familia.
Bajo su gestión, se le negó a César Freyre Morales practicarle el protocolo de Estambul por parte de la institución con el argumento de que ya estaba sentenciado. Incluso el defensor público que lleva el caso de esta víctima dijo tener miedo a represalias por tomar iniciativas en la defensa. Mi trabajo como periodista de investigación llegó a generar la evidencia documental para gestionar ante el Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura, adjunto a la CNDH, la aplicación del protocolo de Estambul a César Freyre, y el 1 de agosto de 2022, bajo la dirección del Dr. Emmanuel Santos Narváez, se le entregó el resultado positivo en tortura, siendo una de las víctimas con más eventos de estas violaciones de derechos humanos en las que participó directamente Isabel Miranda Torres, acompañada en 2015 por Renato Sales Heredia, excomisionado nacional de seguridad púbica, esposo de quien ahora es la titular del IFDP.
Usted, su director general y el defensor público de César Freyre ignoraron los resultados de ese protocolo de Estambul, sin darle el debido seguimiento.
Jael Malagón Uscanga, quien fue torturado dentro de la celda en mayo de 2010 y que el ataque le provocó el desprendimiento de la retina del único ojo que tiene, tampoco fue atendido por el IFDP como víctima de tortura en el tiempo de su gestión como secretario técnico, siendo la acusadora Isabel Miranda Torres la que participó directamente en la detención de Jael, a quien también se le ha negado realizar un protocolo de Estambul y aún se encuentra sin sentencia. La defensora pública que lleva el caso de Jael ha expresado a la familia “el pánico que le tiene a Isabel Miranda”, por lo que tampoco ha hecho una defensa correcta.
Jacobo Tagle, como usted bien sabe, con protocolos de Estambul positivos en tortura y sin sentencia, además de la acusación del falso secuestro de Hugo Alberto Wallace, fue acusado del homicidio de Eduardo Bracamontes Salazar, causa 80/2012, perpetrado en 2004. La confesión de Jacobo bajo tortura fue parte de las fabricaciones del exagente de la SIEDO Braulio Robles Zúñiga, con la complicidad de la jueza de la CDMX Hermelinda Silva Meléndez, para sentenciar culpables a George Khoury Layón y a César Freyre Morales.
George Khoury ha sido víctima de cuatro detenciones arbitrarias y tortura ordenadas por Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, y ha sido acusado reiteradamente en los medios por Isabel Miranda de ser el autor intelectual del supuesto secuestro de su hijo y de otros crímenes.
Sin embargo, George ha sido absuelto de cinco procesos, y solo tiene la causa mencionada por la corrupción del Juzgado Vigésimo Quinto Penal de la Ciudad de México. La tortura más reciente a George Khoury fue el 12 de junio de 2022, en el Cefereso #17 de Michoacán, y en su traslado arbitrario al Cefereso #12 de Guanajuato, cuatro días antes de su audiencia de preliberación por haber compurgado el 50 por ciento de la condena por el delito que no cometió. La misma acusadora, los mismos torturadores y la misma indiferencia de usted en estos casos en su responsabilidad de combatir la tortura, los tratos crueles e inhumanos en el sistema penitenciario.
Por último, el exdefensor público Alejandro Garduño Real fue despedido injustificadamente del IFDP, después de 20 años de trabajar en el Poder Judicial y de tomar la defensa de Jacobo Tagle en 2019, cuando presenté ante la FGR y al Senado de la República al padre biológico de Hugo Alberto Wallace, quien daba la prueba superveniente con la muestra de ADN, el acta de matrimonio con su prima Isabel Miranda y el de nacimiento de su hijo con sus apellidos. Tras una serie de amenazas y atentados, el abogado Alejandro Garduño fue obligado a pedir refugio político a Estados Unidos, debido a la falta de protección institucional y a las torturas psicológicas por las amenazas a su familia ignoradas bajo su gestión en la secretaría para combatir la tortura.
Por lo anterior, la realidad de las víctimas contradice sus palabras sobre el temor que dice sentir a que la defensa de éstas sea vulnerada, puesto que en su propia gestión -bajo la dirección de Netzaí Sandoval Ballesteros– ya lo era.
Usted mismo fue parte del tráfico de influencias promovido por Ricardo Raphael con Alejandro Gertz Manero, en la FGR, y con el expresidente de la SCJN Arturo Zaldívar. Usted mismo promovió la entrada ilegal de Ricardo Raphael al Cefereso #16, de Morelos, para entrevistar a una de las víctimas, usurpando la función de un servidor púbico y dando armas judiciales y mediáticas a Isabel Miranda Torres para sus ataques.
Desde el IFDP se manipuló la defensa de las víctimas, y se ignoraron mis denuncias por tortura y secuestro en grado tentativo contra Isabel Miranda Torres interpuestas en 2018 y ratificadas en 2019.
No señor Leyva, usted no dice la verdad a México, y es responsable de la defensa vulnerada de miles de víctimas de tortura que fueron ignoradas por su gestión, no solamente el de las ocho víctimas de Isabel Miranda Torres, no seis, por cierto, como usted dice, una imprecisión que demuestra su ignorancia o su manipulación.
Las víctimas y nuestro país merecen la verdad. No los subestime.
Atentamente
Guadalupe Lizárraga
Periodista independiente
Los Ángeles Press
Renuncia de Salvador Leyva a Defensoría Pública
Muy preocupantes cambios en la @defensoriaifdp 😡 https://t.co/reMiJmDwgn
— John M. Ackerman (@JohnMAckerman) February 3, 2023
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