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Europa

Nuevo rey de España, con un «Estado asfixiado»

El nuevo rey de España, Felipe IV, asume el nombramiento después de que su padre abdicara el 18 de junio por escándalos de corrupción

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Manifestación convocada por Izquierda Unida el 7 de junio en la ciudad sureña de Málaga, en demanda de un referendo sobre el modelo de jefatura del Estado en España. Similares movilizaciones con banderas republicanas se produjeron en otras ciudades españolas ese día. Foto: Inés Benítez/IPS

Manifestación convocada por Izquierda Unida el 7 de junio en la ciudad sureña de Málaga, en demanda de un referendo sobre el modelo de jefatura del Estado en España. Similares movilizaciones con banderas republicanas se produjeron en otras ciudades españolas ese día. Foto: Inés Benítez/IPS

Por Inés Benítez

MÁLAGA, España, (IPS) .– Tras la abdicación del rey Juan Carlos I, su hijo Felipe de Borbón asume hoy el reinado de España, resquebrajada por una crisis económica, social y política, donde la mayoría ciudadana quiere decidir sobre el modelo de Estado y de monarquía parlamentaria, vigente desde hace casi cuatro décadas, pero que vive su mayor desprestigio.

“Ni la monarquía ni los políticos tienen empatía con la gente. El rey es una figura prescindible. Se debería convocar en algún momento un referéndum para consultar a los ciudadanos”, afirmó el desempleado Jesús Sánchez, de 39 años, la misma cantidad que estuvo al frente de la Corona Juan Carlos I.

El todavía rey en ejercicio anunció su abdicación el 2 de este mes y fue efectiva ayer miércoles 18. Ahora, el parlamento realizará la proclamación de Felipe VI como nuevo monarca.

Sesenta y dos por ciento de los españoles entrevistados son partidarios de que “en algún momento” se haga una consulta sobre el modelo de Estado, según una encuesta publicada el 8 de este mes por el diario El País.

El sondeo también apunta que 49 por ciento de los españoles elegirían una monarquía con Felipe VI, de 46 años, como rey frente al 36 por ciento que preferiría una república.

“No nos han dejado respirar. A rey muerto, rey puesto. Es una vergüenza, una dictadura encubierta”, lamentó Arantxa Rementería, mientras participaba junto a su marido el 7 de este mes en una manifestación pro referendo en la sureña ciudad de Málaga, convocada por partidos de izquierda en diversas localidades españolas.

Madre de dos jóvenes, una estudiante de medicina, “que no ha venido porque tenía exámenes”, y otra cirujana con “exceso de trabajo y salario precario”, Rementería inquirió: “qué futuro le espera a la juventud en este país”.

España, con 46 millones de habitantes, tiene 25,9 por ciento de su población activa desempleada, la mitad jóvenes.

Precisamente, la juventud, que actualmente emigra en busca de trabajo y no participó en el referendo de la Constitución de 1978 con que se cerró la Transición a la democracia tras la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), es la que más alzó su voz en las manifestaciones españolas coreando lemas como “Vamos todos a luchar, referéndum popular”, comprobó.

En esa Constitución se establece que España es una monarquía parlamentaria, donde el rey ostenta una jefatura del Estado meramente representativa y sujeta a los designios del parlamento y del gobierno.

“La gente querrá ver en el nuevo rey a una persona que sabe lo que está pasando en el país, estará pendiente de cómo maneja las causas abiertas por corrupción contra miembros de la familia real”, declaró el analista político Antón Losada.

Losada, asentado en la comunidad noroccidental de Galicia, cree que Felipe VI debiera mediar por una “reforma de la Constitución que la adapte a los problemas y necesidades de hoy”.

El Congreso de los Diputados aprobó el 11 de este mes con 85 por ciento de los votos una ley orgánica que permite la abdicación de Juan Carlos I, de 76 años, quien cede la soberanía a su hijo que se convertirá en el monarca Felipe VI. Grupos minoritarios de izquierda y nacionalistas votaron en contra. El Senado se pronunció sobre el mismo texto este martes 17.

“La abdicación del rey muestra la descomposición del régimen surgido en 1978 con la Transición y el descrédito de la monarquía, el bipartidismo y el Poder Judicial”, declaró a la especialista Esther Vivas, integrante del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, de la ciudad nororiental de Barcelona.

Felipe IV, nuevo rey de España. Foto: red

Felipe IV, nuevo rey de España. Foto: red

El rey Juan Carlos I abdicó días después de los comicios al Parlamento Europeo del 26 de mayo que supusieron una gran derrota para el bipartidismo representado por el gubernamental y derechista Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Los dos exponentes del bipartidismo no alcanzaron la mitad de los votos, y la irrupción de nuevas fuerzas políticas alternativas como el partido izquierdista Podemos, que logró cinco eurodiputados y ocho por ciento de los sufragios en su estreno político.

La sucesión en la monarquía parlamentaria se produce, entonces, con el desgaste de las dos grandes formaciones políticas y ante el desafío independentista de la región de Cataluña “que comienza a ser imitado en el País Vasco”, comentó a IPS el politólogo Jaime Pastor, especializado en movimientos sociales y profesor en la Universidad Española de Educación a Distancia.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, convocó una consulta para decidir si la comunidad se convierte en un país soberano el 9 de noviembre, que el gobierno central y la mayoría del parlamento rechazan con el argumento de que es inconstitucional.

“El auge del soberanismo en Cataluña coloca contra las cuerdas al régimen surgido de 1978”, advirtió Vivas en conversación telefónica desde Barcelona.

Mientras unos ven en la monarquía algo anacrónico y desean una república, otros como Mari Félix Gutiérrez, una adulta mayor a la que la manifestación malagueña pro referendo sorprendió sentada en un banco, realzan la figura del rey y la institución monárquica.

“Soy monárquica y como yo hay muchos. Juan Carlos ha tenido un papel importante y su hijo Felipe está muy preparado y lo hará mejor”, planteó, sin oponerse tampoco a un referendo “si la gente lo quiere así”.

En una comparecencia televisada el día de su abdicación, Juan Carlos I justificó el relevo en el trono diciendo que “una nueva generación reclama con justa causa su papel protagonista” y afirmó que su heredero “encarna la estabilidad, que es seña de identidad de la institución monárquica”.

Pero Felipe tendrá que recuperar la buena imagen de la monarquía enturbiada por escándalos de diverso tipo, desde la cacería de elefantes de su padre en Botswana hasta la imputación de su hermana la infanta Cristina y su cuñado Iñaki Undangarín, acusado de desvío de fondos públicos en su beneficio, en el caso de corrupción conocido como Noós .

“¿Qué falta nos hace la monarquía? Es un gasto sin necesidad”, argumentó la activista Charo García, integrante de los denominados “yayoflautas”, colectivo de personas mayores de 45 años, surgido del Movimiento Indignado 15 de Mayo (15M). Yayos es como llaman muchos niños a sus abuelos en España.

García, que portaba una pancarta en la que se leía “Referéndum” en la manifestación que recorrió varias calles céntricas de Málaga, criticó el estilo de vida de la realeza en contraste con una sociedad empobrecida con desahucios diarios de familias por impago de hipotecas y creciente desigualdad entre ricos y pobres.

Felipe VI asume la jefatura de un Estado asfixiado por los efectos de la crisis económica. Juan Torres, analista económico, dijo que aún no se puede hablar de recuperación en España porque el consumo no se reactiva y el paro afecta a casi seis millones de personas.

“Cabría pedirle al nuevo monarca que cambie la agenda de su padre y en vez de ser agente comercial de las grandes empresas españolas, que trabaje para el conjunto de los españoles”, apostilló Torres.

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Europa

Claves de la orden de arresto de la Corte Penal Internacional contra Putin

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Putin CPI

Moscú no reconoce orden de arresto del tribunal contra el presidente ruso y su comisaria de infancia, pero la decisión de la Corte envía una señal

Por Peter Beaumont /Kiev (Ucrania)

La Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya ha acusado al presidente ruso, Vladimir Putin, y a la comisaria para la infancia, Maria Lvova-Belova, del traslado y la deportación ilegal de niños ucranianos. Esto significa que ya existe una orden de detención internacional contra Putin, en un reflejo de la rapidez con la que la comunidad jurídica internacional ha investigado las acusaciones de crímenes de guerra durante la invasión rusa de Ucrania.

Se trata de los primeros casos abiertos por la CPI desde que sus fiscales iniciaron una investigación sobre crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio en Ucrania.

¿En qué consiste la orden de detención de la CPI contra Putin?

El tribunal ha dictado órdenes de detención contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y la comisaria rusa para los Derechos de la Infancia, Maria Alekseyevna Lvova-Belova, en relación con la deportación forzosa de niños de Ucrania a Rusia, donde muchos han sido adoptados por familias rusas.

La deportación forzosa de poblaciones está reconocida como delito en el Estatuto de Roma, tratado por el que se creó el tribunal. Rusia fue signataria del Estatuto de Roma, pero se retiró en 2016, alegando que no reconocía la jurisdicción del tribunal.

Aunque Ucrania no es signataria del tribunal de La Haya, concedió a la CPI jurisdicción para investigar crímenes de guerra cometidos en su territorio. Cuatro visitas del fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, en el último año han llevado a la decisión de que “hay motivos razonables para creer que el señor Putin tiene responsabilidad penal individual” por las sustracciones de niños.

¿Qué significa eso en la práctica?

Dado que Rusia no reconoce el tribunal y no extradita a sus ciudadanos, es muy poco probable que Putin o Lvova-Belova se sometan pronto a la jurisdicción del tribunal.

Pero la emisión de la orden sigue siendo un momento muy significativo por varias razones. Envía una señal a los altos cargos rusos –militares y civiles– que pueden ser objeto de enjuiciamiento ahora o en el futuro y limitaría aún más su capacidad de viajar al extranjero, incluso para asistir a foros internacionales.

¿Gozan de inmunidad los jefes de Estado?

Aunque la CPI no reconoce inmunidad a los jefes de Estado en casos relacionados con crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o genocidio, en un importante precedente, Sudáfrica se negó a ejecutar una orden de la CPI para la detención del dictador sudanés Omar al-Bashir durante una visita en 2015.

Pretoria, la capital de Sudáfrica, argumentó que no veía “ninguna obligación, en virtud del derecho internacional y del Estatuto de Roma, de detener a un jefe de Estado en ejercicio de una parte no estatal [de la CPI] como Omar al-Bashir”, y varios otros países que visitó también se negaron a detenerlo.

La detención del dictador chileno Augusto Pinochet en Londres, en 1998, gracias a una orden internacional dictada por el juez español Baltasar Garzón ilustra las dificultades que entrañan estas cuestiones de inmunidad. Pinochet alegó inmunidad como ex jefe de Estado –una alegación rechazada por los tribunales británicos– pero, en última instancia, el ministro británico del Interior, Jack Straw, permitió que Pinochet regresara a su país por motivos de salud.

Caso Milosevic, ejemplo para Rusia

Aunque ahora Putin parece seguro en su cargo y a salvo de la extradición, un futuro líder del Kremlin puede decidir que es políticamente más conveniente enviarle a La Haya que protegerle.

Un buen ejemplo es Slobodan Milosevic, expresidente de Yugoslavia, acusado de una serie de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia en plena guerra de Kosovo en 1999.

En 2001, en medio de una pugna entre figuras clave de la oposición en Serbia tras la caída de Milosevic del poder, el primer ministro, Zoran Djindjic, hizo caso omiso de una sentencia judicial que prohibía la extradición y ordenó el traslado de Milosevic a La Haya, afirmando: “Cualquier otra solución que no fuera la cooperación [con La Haya] llevaría al país al desastre”.

La detención de Milosevic –que precedió a su traslado– se produjo tras las presiones ejercidas sobre el gobierno yugoslavo para que detuviera al expresidente o se arriesgara a perder importantes ayudas económicas estadounidenses y préstamos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Otras órdenes de detención

Los jueces han añadido que el fiscal podría presentar nuevas acusaciones contra Putin, ampliando así las órdenes de detención. Human Rights Watch describió la decisión de dictar una orden de detención contra Putin como una “llamada de atención a otros que cometen abusos o los encubren”. “Con estas órdenes de detención, la CPI ha convertido a Putin en un hombre buscado y ha dado su primer paso para poner fin a la impunidad que ha envalentonado a los perpetradores de la guerra de Rusia contra Ucrania durante demasiado tiempo”, ha dicho Balkees Jarrah, directora adjunta de justicia internacional de la ONG.

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Fuente: eldiaro.es

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Europa

Corte Penal Internacional emite orden de arresto contra el presidente Putin por crímenes de guerra

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putin cpi

Por primera vez en la historia de la CPI, se dicta una orden de arresto contra el presidente de un país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU

La Corte Penal Internacional (CPI) emitió este viernes una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, como “presunto responsable” de la deportación ilegal de niños y su traslado de zonas ocupadas en Ucrania hacia Rusia, lo que supone un crimen de guerra.

También emitió otra orden de arresto contra la política rusa María Lvova-Belova, comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, con la misma acusación.

 El fiscal general ucraniano agradeció hoy a la Corte Penal Internacional (CPI) la orden de arresto dictada por este tribunal con sede en La Haya contra el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, bajo acusaciones de haber deportado ilegalmente a Rusia a niños ucranianos.

“Agradezco personalmente al fiscal de la CPI, Karim Khan, esta histórica decisión”, escribió en su cuenta de Twitter el jefe de la Fiscalía ucraniana, Andriy Kostin, que recordó que la justicia ucraniana está investigando la deportación forzosa a Rusia de más de 16.000 niños ucranianos de territorios ocupados por Moscú.

“Tememos que los números reales sean mucho más altos”, agregó el fiscal general ucraniano, que explicó también que las autoridades de Kiev han compartido con La Haya más de 40 volúmenes y un millar de páginas de pruebas que documentan estos casos.

Kostin recordó que la orden dictada por La Haya obliga a los países que forman parte del tribunal a detener y entregar al presidente ruso a la CPI. “Los líderes del mundo deben pensárselo dos veces antes de darle la mano o sentarse con Putin”, remacha el fiscal ucraniano.

Ucrania había iniciado varios procesos contra Rusia en La Haya por los más de 70.000 crímenes de guerra rusos que dice haber documentado en el territorio.

Es la primera vez en la historia que la CPI dicta una orden de arresto contra el presidente de un país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU.

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Con información de EFE

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Europa

Rusia ha cometido crímenes de guerra y posibles crímenes contra la humanidad en Ucrania, concluye comisión de la ONU

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ONU expertos crimenes de guerra

Por Icíar Gutiérrez

La comisión independiente de expertos enviada por la ONU a Ucrania ha concluido que las autoridades rusas han cometido una “gran variedad” de violaciones del derecho internacional en diversas regiones del país, “muchas de las cuales equivalen a crímenes de guerra”.

En su informe final, presentado este jueves, detallan profusamente, entre los crímenes cometidos por Rusia, ataques contra civiles, homicidios intencionados, confinamiento ilícito, tortura, trato inhumano, violación y otros actos de violencia sexual, así como traslados forzosos y deportaciones de niños. Sostienen también que las olas de ataques contra infraestructuras energéticas desde el otoño y el uso de la tortura por parte de las autoridades rusas pueden constituir crímenes contra la humanidad.

Durante su investigación, el grupo de expertos visitó 56 localidades y entrevistó a casi 600 personas –348 mujeres y 247 hombres–. Sus investigadores inspeccionaron lugares destruidos, fosas, lugares de detención y tortura, así como restos de armas, y consultaron un gran número de documentos e informes.

Si bien la mayoría de los abusos han sido ampliamente documentados desde el estallido de la guerra hace más de un año, ahora quedan plasmados en una investigación respaldada por la comunidad internacional. La llamada Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania está formada por tres expertos –Erik Møse, presidente de la misma, Jasminka Džumhur y Pablo de Greiff–, y fue creada por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para investigar las violaciones y abusos de derechos cometidos en el contexto de la invasión rusa. Tras presentar sus hallazgos preliminares el pasado otoño, ahora publican sus conclusiones y recomendaciones finales ante el Consejo. Según han explicado los miembros de la comisión en una rueda de prensa este jueves, las autoridades rusas no han colaborado en la investigación.

Preguntado al respecto por los periodistas, Møse ha respondido que la comisión no ha “constatado que se haya producido un genocidio en Ucrania”. “Algunos aspectos pueden plantear interrogantes”, ha agregado.

En el texto, el grupo señala que han documentado un “pequeño número” de violaciones cometidas por las fuerzas armadas ucranianas, “incluidos probables ataques indiscriminados y dos incidentes calificados de crímenes de guerra”, en los que se disparó, hirió y torturó a prisioneros de guerra rusos.

Los supervivientes reiteraron a la comisión de la ONU la importancia de identificar a los responsables y hacerles rendir cuentas. En este sentido, los expertos recomiendan que se investiguen todas las violaciones y crímenes y que los responsables rindan cuentas, ya sea a escala nacional o internacional. En este sentido, reclaman un enfoque integral que incluya tanto la responsabilidad penal como el derecho de las víctimas a la verdad, la reparación y la no repetición.

Los crímenes constatados

La comisión indica que sus pruebas demuestran que, en las zonas que quedaron bajo su control, las autoridades rusas han cometido homicidios intencionados de civiles o de personas que no participaban en los combates, que constituyen crímenes de guerra y violaciones del derecho a la vida.

Los expertos dicen estar “impresionados por la magnitud de la destrucción” que vieron durante sus visitas. Las fuerzas armadas rusas han llevado a cabo ataques con armas explosivas en zonas pobladas “con una aparente indiferencia por los daños y el sufrimiento de la población civil, sin tomar las precauciones necesarias”. Estos ataques, en línea con lo que también han documentado diferentes organizaciones internacionales, fueron indiscriminados y desproporcionados y el uso de este tipo de armamento ha sido una de las principales causas de víctimas civiles, según explican.

En el informe también hacen mención a las olas de ataques que las fuerzas armadas rusas comenzaron a lanzar contra las infraestructuras relacionadas con la energía ucranianas a partir del pasado 10 de octubre, a raíz de los cuales regiones enteras y millones de personas se quedaron durante temporadas sin electricidad ni calefacción, especialmente con temperaturas bajo cero. En el documento la comisión deja por escrito que tales ataques pueden constituir crímenes contra la humanidad y recomiendan que esto se investigue más a fondo.

Los expertos también constataron un patrón de confinamiento ilegal generalizado en zonas controladas por las fuerzas armadas rusas, dirigido contra “amplias categorías de hombres, mujeres y niños”. Según detallan, el confinamiento y la detención en instalaciones de Ucrania y Rusia iban acompañados de métodos “sistemáticos” de tortura “contra determinadas categorías de personas por parte de las autoridades rusas”. La comisión –que pone el ejemplo de una persona que fue detenida y sometida a palizas como “castigo por hablar ucraniano” y por “no recordar la letra del himno de la Federación Rusa”–, este patrón de tortura “puede constituir crímenes de lesa humanidad y debe investigarse más a fondo”.

Entérate: Una red de 20 centros de tortura en la región de Jersón fue planeada y financiada por Rusia –  (losangelespress.org)

 

La comisión halló numerosos casos de violación y violencia sexual y de género cometidos por las autoridades rusas cuando hacían visitas casa por casa en localidades que estaban bajo su control y durante confinamientos ilícitos. La violencia sexual ha sido un aspecto importante de la tortura ejercida por las autoridades rusas, según el grupo.

Los expertos también se muestran preocupados tras investigar los traslados de niños de Ucrania a Rusia, y en este sentido constatan también que se han cometido violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Explican que las situaciones relativas al traslado y deportación de niños que han examinado también equivalen a crímenes de guerra. De acuerdo con los testigos que hablaron con el grupo, muchos de los niños más pequeños trasladados no pudieron establecer contacto con sus familias y podrían perder el contacto con ellas indefinidamente.

Fuente: eldiario.es

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