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México: La batalla por la Comisión Nacional de Derechos Humanos

La batalla por la CNDH va más allá de impugnar la legitimidad a su titular

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Raúl Ramírez Baena*

En solidaridad con el pueblo de Bolivia y con
su presidente constitucional Evo Morales

La disputa por la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no escapa de la polarización en que ha caído la sociedad mexicana, sobre todo a partir de la llegada de AMLO a la presidencia.

El primer cambio de titular de la CNDH en la 4T ha resultado en una dura confrontación entre las dirigencias de la nueva oposición, el PAN, el PRD, Movimiento Ciudadano y el PRI con MORENA y sus aliados, que en la sorda lucha política han expresado “fraude” en el conteo de votos en el Senado que dieron el gane a Rosario Piedra Ibarra.

En esta coyuntura se han manifestado también dirigentes de ONG, activistas y académicos que protestan por considerar falta de transparencia e irregularidades en el procedimiento de elección de la terna a votar en el pleno del Senado.

Doña Rosario Ibarra de Piedra (madre de la recién nombrada titular de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra), reconocida el mes pasado con la Medalla Belisario Domínguez, máxima presea que otorga el Senado mexicano, mantuvo siempre una firme postura crítica en torno a la CNDH, a la que llamó “engendro de Salinas”.

A pesar de haber sido postulada dos veces a la presidencia de la República en 1982 y 1988 por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (la primea mujer candidata en el país); en 1985 diputada federal por el PRT, en 1994 nuevamente diputada federal por el PRD, y en el año 2006, senadora de la República bajo las signas del PT (por acuerdos parlamentarios), por convicción propia, Rosario Ibarra de Piedra nunca ha militado en partido alguno.

Su hija, Rosario Piedra Ibarra, no sólo milita en MORENA, sino que fue una de sus fundadoras, dirigente y candidata en 2018 a una diputación federal en Nuevo León, que no ganó. Sin embargo, según la ley, esto no la descalifica para ser postulada a la presidencia de la CNDH (artículo 9º, fracción IV de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos: “No desempeñar, ni haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido en el año anterior a su designación”).

Para aclarar, Rosario Ibarra de Piedra no es lo mismo que su hija Rosario Piedra Ibarra, víctima indirecta por la desaparición de su hermano Jesús Piedra Ibarra por el ejército. Participa activamente en el Comité ¡Eureka!, fundado por su madre, demandando la presentación de los presos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos de la Guerra Sucia de los años 70 y 80, pionera en la lucha por los derechos humanos en México, madres que nunca han sido recibidas por presidente alguno, AMLO incluido.

Doña Rosario Ibarra sorprendió a todo México con el mensaje leído en el Senado por su hija Claudia Piedra en la entrega de la Belisario Domínguez, dejando en manos de AMLO (no “regresándole”) la presea con la consigna de que se la devuelva “junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y adorados hijos y familiares y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector. ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!”.

Es difícil que se reponga el procedimiento para una nueva terna para la CNDH, legítima demanda de ONG, académicos y activistas que por años han trabajado por los derechos humanos en México, que consideran un proceso viciado de origen.

Pero tampoco abona confundir ni estigmatizar negativamente a Rosario Piedra Ibarra, que no es ninguna advenediza ni contraria al movimiento social, al contrario; tampoco impedir por la fuerza su toma de protesta como lo ha anunciado la fracción del PAN en el Senado. Ni bombardear las redes sociales con bots, provocando la confusión con manipuladores mensajes ideologizados y contaminados, dignos de la peor época Macartista: “… sí hubo fraude en el nombramiento de la defensora de criminales y terroristas de la Liga Comunista 23 de Septiembre PT, Rosario Ibarra de Piedra, al frente de la CNDH (ya se aclaró, no se trata de Doña Rosario Ibarra sino de su hija, Rosario Piedra)”.

O estas otras perlas: “Es el fin de la autonomía de la CNDH, ahora cómplice de los ASESINATOS Y VIOLACIONES A DERECHOS HUMANOS de víctimas por parte de la Dictadura de López Obrador, ella defenderá solo criminales al servicio del presidente… Ella fue cómplice de sicarios comunistas y es ahora nombrada por MORENA como titular de Derechos Humanos. Rosario Ibarra de Piedra es una falsa activista, dedicada a la defensa de la impunidad criminal (amnisitia) (sic) en favor de criminales comunistas, creadora de la organización que funciona como lobby comunista, «Comité ¡EREKA!» (sic), dedicada a hacer apología de los crímenes perpetrados por los miembros de la ORGANIZACIÓN TERRORISTA Liga 23 de Septiembre, asesinos del empresario Eugenio Garza Sada…”

Ahora, Rosario Piedra Ibarra, como presidenta de la CNDH, deberá demostrar congruencia en defensa de la independencia y autonomía de la institución, con la corriente crítica que representa, con la herencia de lucha de su madre y con la crítica fundamental que a la institución: el exceso de legalismo, de burocratismo, de altos salarios, de su alejamiento y poca empatía con las víctimas, de su lentitud y falta de seguimiento de sus resoluciones y de su zalamería con el mandatario en turno (con sus honrosas excepciones).

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Migración

SEDENA identifica once rutas de tráfico de personas por el crimen organizado, señalando a activistas de DDHH

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Inteligencia militar señala a activistas de derechos humanos y funcionarios por notas de prensa

Por Miguel Montesinos León

El crimen organizado controla once rutas de tráfico de personas que atraviesan México. Utiliza vías terrestres, marítimas y ferroviarias. Se aprovecha del acompañamiento, legítimo en unos casos y con fines políticos en otros, de organizaciones no gubernamentales. En total vulnerabilidad, miles de personas de 20 nacionalidades y tres continentes cruzan México, revela un informe confidencial de la Secretaría de la Defensa Nacional, basado en notas de prensa, al que este reportero tuvo acceso por los archivos difundidos en el hackeo por Guacamaya Leaks.

El documento Fenómeno Migratorio México-EU y sus afectaciones a la Seguridad Nacional, elaborado por el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales, IMEESDN, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional, advierte que el uso de los trenes que circulan por México, no se circunscribe al, así llamado, La Bestia, que sale de la frontera sur. Prácticamente todo el sistema ferroviario del país es utilizado para llevar personas de la frontera sur y las costas del país a la frontera Norte.

Las once rutas terrestres y marítimas de tráfico de personas, según el estudio, están controladas por el crimen organizado, utilizan en algún momento el sistema ferroviario del país, concesionado a empresas privadas, extranjeras y nacionales. Los cárteles involucrados en el tráfico de personas se valen del trabajo que organismos nacionales e internacionales realizan en favor de los emigrantes que pasan por México rumbo a Estados Unidos. Un número indeterminado de personas, que se cuentan por miles­, atraviesa territorio mexicano con rumbo a los puertos de entrada del vecino país.

Para México, el problema se ha convertido en asunto de seguridad interior, con posibilidades de escalar aún más. Lo anterior, ante la decisión de Estados Unidos de considerar a las olas de migrantes que buscan ingresar a ese país como un atentado a su integridad territorial y una amenaza a su seguridad nacional.

El documento explica que hay cuatro rutas internas independientes al ferrocarril que confluyen a lo largo de la frontera norte. Asimismo, dos rutas marítimas, una por el Océano Pacífico y otra por el Golfo de México, que dan forma a una vasta red con ramales, bifurcaciones y puntos de “descanso”.

La Bestia

En el caso de la red de ferrocarril que inicia en la frontera sur, el tráfico de personas que controla el crimen organizado tiene dos puntos de origen: Ciudad Hidalgo, Chiapas, y Mérida, Yucatán. La ruta que inicia en Mérida, lleva a los migrantes de Yucatán a Campeche, Campeche; pasa por Tenosique, Tabasco; Palenque, Chiapas, y Coatzacoalcos, Veracruz. La que inicia en Ciudad Hidalgo pasa por Tapachula y Arriaga, Chiapas, y llega a Ocotepec, Oaxaca. Ambos trayectos confluyen en Medias Aguas, Veracruz. Este pequeño poblado, se encuentra a poco más de 15 kilómetros de la frontera con Oaxaca y a 32 kilómetros al sur de la cabecera de Acayucan, Veracruz. Desde ese punto, siguen una misma ruta de poco más de 480 kilómetros, que pasa por Tierra Blanca y Orizaba, Veracruz, hasta llegar a Lechería, en el municipio de Tultitlán, del Estado de México, seis kilómetros al norte de la frontera con Azcapotzalco, en la Ciudad de México.

Del centro del país, los migrantes siguen tres rutas principales. La primera se enfila hacia Guadalajara, Jalisco, y sigue al norte por el corredor del Pacífico. Los puntos de ascenso y descenso de migrantes están en Mazatlán, Culiacán y Los Mochis, en Sinaloa, y Ciudad Obregón y Hermosillo, en Sonora. Ahí, el trasiego de migrantes de esta ruta del Pacífico se divide en dos ramales. Uno sube por Puerto Peñasco, en el mismo estado de Sonora y llega a Mexicali, Baja California, frontera con Estados Unidos. El otro llega directamente a la también fronteriza Nogales, Sonora.

Hay una ruta por el centro, que sale de Lechería, y tiene como destino Ciudad Juárez, Chihuahua. Pasa por “estaciones” en Irapuato, Guanajuato; Aguascalientes, Aguascalientes; Zacatecas, Zacatecas, y distintas ciudades de Chihuahua.

La tercera ruta, se divide, a su vez en dos que comparten el recorrido de Lechería a San Luis Potosí, luego de pasar por Querétaro, Querétaro. Una de las rutas sigue a Saltillo, Coahuila, y de ahí va a a la fronteriza Piedras Negras, del mismo estado. La otra avanza hacia Monterrey, Nuevo León, donde se bifurca en otros dos ramales: uno tiene como destino Nuevo Laredo, Tamaulipas, y el otro las también tamaulipecas ciudades de Reynosa y Matamoros.

Las rutas marítimas

Por mar, el tráfico de personas en las costas del Océano Pacífico inicia en El Salvador y Guatemala. De acuerdo con el documento de IMEESDN, en Barra de Santiago, El Salvador, 80 kilómetros al poniente de San Salvador, zarpan embarcaciones que transportan ilegalmente personas. Viajan por la costa del Pacífico más de 700 kilómetros hasta llegar a Huatulco, Oaxaca. Desde ahí continúan y se incorporan a alguna de las rutas por tren o carretera rumbo a Estados Unidos.

Foto aérea de Barra de Santiago, El Salvador. Tomada de Ecured,

Con respecto de Guatemala, los traslados por mar tienen como punto de partida el Puerto Ocós, cinco kilómetros al sur de la frontera con México. Desde ahí ingresa al mar territorial mexicano y la ruta se bifurca en dos ramales. El primero recorre 370 kilómetros, hasta llega a Salina Cruz, Oaxaca. El segundo, se incorpora a la ruta marítima de trasiego de personas que avanza por toda la costa mexicana del océano Pacífico.

La ruta marítima del Pacífico tiene dos destinos: Tijuana, Baja California, y Puerto Peñasco, Sonora. Cuenta con lugares de ascenso y descenso de personas en Puerto Escondido, Oaxaca; Acapulco e Ixtapa, Guerrero; Manzanillo, Colima; Puerto Vallarta, Jalisco; Mazatlán, Culiacán y Los Mochis, en Sinaloa; Ciudad Obregón y Guaymas, en Sonora; Cabo San Lucas, La Paz, Puerto San Carlos, Punta Chivato, Punta Prieta y Guerrero Negro y Guerrero Negro, en Baja California Sur, sigue a Ensenada y culmina en Tijuana, Baja California.

La ruta de trasiego ilegal de personas que avanza por el Golfo de México inicia en Campeche, Campeche. Bordea las costas de Tabasco y Veracruz, hasta llegar a Matamoros, Tamaulipas. A lo largo del trayecto bajan y suben personas en Coatzacoalcos y Veracruz, Veracruz; y en Tampico, Tamaulipas.

Rutas terrestres

Los puntos de inicio de trasiego de migrantes en el sur de México inician en las ciudades chiapanecas de Tapachula y Comitán y en Chetumal, capital de Quintana Roo.

Las rutas que inician en Chiapas confluyen en Arriaga, del mismo estado. Avanzan como una sola ruta por Ixtepec, Oaxaca, hasta la ya referida Medias Aguas, Veracruz. El trazo se alimenta de migrantes que son trasladados desde Coatzacoalcos. Pasa por Puebla, Tlaxcala, el Estado de México, Hidalgo y Querétaro. En Guanajuato, se distribuyen en ramales semejantes pero no iguales a los ya descritos para la red de trenes. El primero bordea la costa del Pacífico y sin ser la misma ruta del tren, tiene los mismos puntos de descanso e incorporación de migrantes.

El segundo ramal se enfila al norte por el centro de país. Atraviesa Aguascalientes. Esta ruta describe una suerte de círculo o circuito entre los estados de Zacatecas, Durango y Coahuila. En La Laguna, donde coexisten Torreón, Coahuila y Gómez Palacio, Durango, retoma el rumbo norte. Llega a la ciudad de Chihuahua y de ahí, a Ciudad Juárez, Chihuahua, o hasta Nogales, Sonora.

La tercera ruta sigue por San Luis Potosí y llega a Saltillo, capital de Coahuila. Ahí se desprenden otras tres vertientes. La primera tiene como destino Piedras Negras y Ciudad Acuña, en el mismo estado. Otro grupo asciende por Monterrey, Nuevo León, y llega a Nuevo Laredo o Reynosa, en Tamaulipas. Finalmente, la ruta del Golfo de México, bordea toda la costa de Veracruz. Sin ningún descanso ni conexiones con otros ramales, llega a Tampico, Tamaulipas. De ahí sigue al norte hasta Reynosa, ciudad fronteriza del mismo estado.

Ferromex, SA de CV, subsidiaria de Grupo México, opera en tres rutas. Principalmente la del Pacífico y la del centro. El 75 por ciento de las acciones de esta empresa está en poder de los hombres más acaudalados del país: Carlos Slim y Germán Larrea Mota Velasco. La estadunidense Kansas City Southern de México opera las dos rutas del noreste del país y una parte del centro. Otra es la Union Pacific, con trenes en cuatro rutas. La única donde no operan las privadas es la del Sureste, cuya concesión es del estado mexicano y que será parte del actual proyecto del Tren Maya.

Vulnerables y en alto riesgo

El documento reconoce la precariedad en que las personas migrantes cruzan el país. En las rutas que los migrantes siguen por alcanzar su objetivo final, que es llegar a Estados Unidos, “tienen que afrontar diversas situaciones, como el rechazo de las comunidades que atraviesan, el abuso de autoridades” o ser cooptados “por las bandas del crimen organizado”.

De acuerdo con el análisis del IMEESDN, la propia delincuencia organizada metida en el tráfico de personas aprovecha las actividades que en favor de los migrantes realizan “grupos políticos y religiosos”, organizaciones no gubernamentales y de organismos multilaterales. Ejemplifica con las “oleadas [de personas migrantes] provenientes de Centroamérica”, que han sido apoyadas incluso por “la [Organización Internacional de la] Cruz Roja, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El documento señala que estas organizaciones han dado forma a una organización que lleva a los migrantes a puntos de destino. Sin embargo, no cubren toda la ruta. Las organizaciones criminales utilizan dicha estructura para abastecerse, incluso, de más migrantes. En el caso de las organizaciones extranjeras, incurren además, en atentados “a la integridad soberana de los Estados”. Abunda al señalar que organizaciones no gubernamentales se han dedicado al tema de migración porque reciben recursos para ello. Pero el acompañamiento que ofrecen a las personas en tránsito sólo es temporal y no pueden evitar que familias enteras acaben en las manos del crimen organizado.

Migrantes cruzan la frontera entre Guatemala y México. Tomada de Wikipedia.

Organizaciones internacionales de este tipo que actúan en México son, según el documento del IMEESDN, “Sin Fronteras, con apoyo de George Soros, dirigida por Irineo Mujica, además de la Asociación Hermanos en el Camino; todas dedicadas aparentemente a la atención de la población migrante en territorio mexicano”.

También hay otras que, según el estudio, buscan de manera deliberada crear inestabilidad y conflictos en la frontera entre México y Estados Unidos y utilizan la migración para esos propósitos. En esta situación estaría el grupo “que encabeza George Soros a través de entidades como Human Rights Watch, Soros Foundation, el Open Society Institute, y la coalición CARA Family Detention Pro Bono Project, que incluye a Catholic Legal Immigration Network (CLIN), el American Immigration Council (AIC), el Centro de Refugiados e Inmigración para Servicios Educativos y Legales (RICELS) y la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA)”.

Peregrinos desde Latinoamérica, África y Asia

Con respecto de los actuales flujos de migrantes centroamericanos que arriban a México, la mayoría procede de Honduras. Representan el 72.2 por ciento de todas las personas que desde América Central buscan llegar a Estados Unidos. De Guatemala son el 12.2 por ciento y de El Salvador el 11.7 por ciento. El restante 3.7 por ciento son de las otras nacionalidades: Belice, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. De la región del Caribe, la mayoría provienen de Haití y Cuba. El documento señala que actualmente hay alrededor de 4 mil haitianos y 3 mil cubanos irregularmente en México.

En su análisis, el IMEESDN de la SEDENA advierte de la responsabilidad de Estados Unidos en la generación de condiciones que propician la migración.

Entre las causas que obligan a las personas a salir de sus lugares de origen, cita “la intensificación de la violencia en los países del Triángulo Norte (integrado por Guatemala, El Salvador y Honduras), por la presencia de organizaciones locales del crimen organizado como La Mara Salvatrucha”; también contribuye el desplazamiento forzado de miles de familias de “áreas territoriales favorables para la producción hídrica, minera, energética, agrícola”; el trasiego de drogas provenientes de América del Sur, especialmente de Colombia y Venezuela; y “el auge de la muy factible aplicación del criterio de Guerra Híbrida o de inestabilidad política con efectos continentales, como sucede en Venezuela, además de flujos que llegan en menor número desde Medio Oriente, África y Asia”.

En efecto, a México llegan personas migrantes que han hecho largos trayectos. El documento del IMEESDN señala que se han identificado a hombres y mujeres que “llegaron al continente americano vía Brasil, para continuar su ruta por Panamá y seguir hasta a México”.

Agrega que “estos grupos proceden de Afganistán, Eritrea, Bangladesh, Nepal, Pakistán, India, República Popular de China, Nigeria, Camerún, entre otros”. Las nacionalidades de estas personas obligan a México a destinar “mayores recursos humanos y económicos» para deportarlos, aunado a que varias de las naciones de origen de los migrantes no cuentan en México con un consulado o embajada que «apoye la salida de nuestro país”.

El documento advierte que la migración se ha convertido en México en un asunto de seguridad interior, toda vez que el crimen organizado se metió de lleno en el tráfico de personas. Explica que la migración siempre ha sido “un asunto de rispidez” en la relación México-Estados Unidos. Sin embargo, la complejidad del fenómeno en los últimos años motivó que el país vecino lo considerara “peligroso” para su seguridad nacional.

Estados Unidos asume que las olas de migrantes “comprometen” su integridad territorial. Por ello, se asienta en el documento, México no puede evitar que padezca consecuencias de la política migratoria estadunidense.

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Justicia pendiente

Lizbeth Victoria Huerta, a dos años de su crimen contra la activista británica, podría quedar en libertad

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lizbeth victoria huerta

Jueza María Teresa Quevedo Sánchez modificó sentencias y cargos de todos los implicados

Por Miguel Montesinos León

Ayer 26 de marzo se cumplieron dos años de la desaparición forzada y asesinato de la activista Claudia Uruchurtu Cruz en Asunción Nochixtlán, Oaxaca. Un crimen ordenado por la entonces presidente municipal Lizbeth Victoria Huerta, del gobierno de la 4T, que podría quedar en impunidad, por la protección de MORENA, que se observó desde el momento que se cometió el crimen.

El entonces senador por Oaxaca, Salomón Jara Cruz, ahora gobernador del estado, trató de proteger desde el senado mexicano a Lisbeth Victoria Huerta, a quien se le veía como su pupila, aunque no pudo evitar fuera detenida y encarcelada con los servidores públicos que actuaron en complicidad con ella.

A tan solo 15 días de asumir el cargo como gobernador de Oaxaca, Salomón Jara pretendió que fuera liberada la expresidente municipal de Nochixtlán Lizbeth Victoria Huerta, pese a la sentencia como autora intelectual de la desaparición forzada y asesinato de la activista británica Claudia Uruchurtu Cruz. Para ello, Jara Cruz contó con la colaboración de la juez de control Meria Teresa Quevedo Sánchez con sede en Huajuapan de León.

Leer más: Agresores de la activista Claudia Uruchurtu confirman su ejecución, sin revelar ubicación de su cuerpo –  (losangelespress.org)

 

Al modificar las sentencias a la expresidente municipal Lizbeth Victoria Huerta, la jueza Quevedo Sánchez también modificó los cargos desaparición forzada y homicidio a «entorpecer búsqueda de persona», y le redujo la pena a cuatro años dos meses de prisión, por lo que Victoria Huerta podría quedar en libertad en poco tiempo, e incluso se cree que podría también ejercer cargos en la administración pública al amparo y protección de Salomón Jara Cruz.

Demanda en el olvido

El 26 de marzo de 2021, Claudia Uruchurtu Cruz se encontraba en la Ciudad de México pidiendo justicia por la corrupción de la presidente municipal. De inmediato, viajó a Nochixtlán en apoyo a la convocatoria para exigir la atención médica y liberar a Alfonso Avendaño, detenido y golpeado por la policía bajo órdenes de la edil Lizbeth Victoria Huerta y el fiscal en jefe adscrito al Distrito de Nochixtlán Rey Velasco Carranza.

La demanda de justicia que hacía la activista, quedó en el olvido. También se encuentra en el limbo de la justicia en la Fiscalía Anticorrupción, de Oaxaca donde su titular Jorge Emilio Iruegas Álvarez dice que no existe ningún avance en la carpeta de investigación.

Con esta negativa a concluir la carpeta de investigación iniciada por Alfonso Avendaño Rodríguez en contra de la expresidente municipal Lizbeth Victoria Huerta, policías municipales y ministerio público, la justicia en Oaxaca seguirá pendiente.

Entérate: Alcaldesa de MORENA en Nochixtlán detenida por la desaparición forzada de la activista Claudia Uruchurtu –  (losangelespress.org)

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Arteleaks

Cárdenas y el cardenismo

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Lázaro Cárdenas

En el 85 aniversario de la expropiación petrolera y al amparo de la sentencia de Santayana –“Quien olvida el pasado está condenado a repetir los mismos errores”. 

Por Miguel Ángel Sánchez de Armas

Concluyo esta serie con algunas citas de mi libro El peligro mexicano, donde me referí a “el cardenismo”, corriente política que después de aquel sexenio parece haber quedado tan simbólica, petrificada y hueca como el Monumento a la Revolución.

Igual que otras grandes figuras de la historia, Lázaro Cárdenas tuvo y tiene adeptos y detractores. Hubo quienes lo aclamaron hasta colocarlo en un nivel casi mítico, mientras que otros juzgaron su gobierno y su liderazgo un fracaso completo.

Veo en Cárdenas a un hombre genial y primigenio, cuya vida pública estuvo montada, como agudamente observó Daniel Cosío Villegas, “en el macizo pilote del instinto”; un estadista con la consistencia del tezontle, porosidad y dureza, que en su trayectoria ascendió desde los orígenes más humildes hasta el pináculo del poder político y, después de dejar, la Presidencia su prestigio fue en ascenso como conciencia de la Revolución.

Pero siento que el protagonista del episodio que Luis González y González juzgó el más estudiado de nuestra historia y pese a las brillantes plumas que se han entrelazado en su historia, aguarda aún al biógrafo que, a la manera de William Manchester, emprenda el reto de plasmar la gesta de esta personalidad compleja, contradictoria y ciertamente criticable, que tomó decisiones que hoy podemos juzgar ancladas en el autoritarismo, pero que, como su contemporáneo Winston Churchill, no vaciló en jugarse el todo por el todo para consolidar a su país.

Un político comprometido con su tiempo, con sus ideales y con las exigencias del puesto que le fue conferido, que pensaba en los otros antes que en sí mismo, que sin duda cometió errores y tuvo limitaciones, pero cuya obra, en conjunto, arroja más luminosidades que miserias. ¿A cuántos conocemos hoy así?

En el primer semestre de 1938, la situación del cardenismo era precaria. Presiones políticas, económicas y sociales, internas y externas, amenazaban la estabilidad, pero la ruta elegida por Cárdenas para enfrentar a las petroleras, expropiación y no negociación, generó consenso interno y blindó al gobierno contra una ruptura que, en aquellos momentos, muy probablemente hubiera desembocado en otra guerra civil o en la caída del régimen.

Según Merryl Rippy, “el Departamento de Estado (de Estados Unidos) estaba cierto de que el sostén político de Cárdenas dependía del éxito de la expropiación y no estaba dispuesto a precipitar una crisis política mexicana en momentos de crisis mundial”. Pero en tanto Washington se mostraba renuente a intervenir mediante la fuerza en un asunto interno de México, en Londres se percibía que la situación era una amenaza y había “un gran desencanto con la tibia política de la Casa Blanca”.

Y en México, preocupados por el peligro de represalias del poderoso vecino, incluso personeros de la izquierda nacionalista como Vicente Lombardo Toledano pensaban que lo prudente era no provocar a los imperios.

El historiador Hubert Herring—hoy olvidado pero en su tiempo muy presente en el escenario mexicano—observó que varios de los más capaces asesores del gobierno estaban convencidos de que la expropiación sería “un suicidio económico”.

En opinión de Carleton Beals, probablemente no había un experto que se atreviera a aconsejar la expropiación, pues se tenía plena conciencia “de la terrible fuerza de las empresas petroleras, que podían remover cancillerías e incluso gobiernos enteros a su voluntad”.

Pero Cárdenas se caracterizó por un despliegue de voluntad política que buscó la transformación del país y la modificación de estructuras seculares sin desatar la guerra interior. Fue una suerte de conciencia crítica de la Revolución que “con gran rapidez se convirtió en el elemento director de la política nacional”.

En este contexto, cardenismo es sinónimo de una manera particular de ejercer el poder, de una visión del mundo y de una ideología, además de un periodo histórico. Mas se debe apuntar que si bien “cardenismo” es un término que surgió durante ese periodo y posteriormente se hizo moneda de curso corriente entre políticos y académicos, el General mismo no lo utilizó como lema durante su estancia en el poder y se negó a encarnarlo como movimiento político durante los años posteriores, pese a que su estatura nacional se lo hubiese permitido. Él mismo lo precisó en una conversación con Gastón García Cantú: “Ni mis amigos tienen una doctrina que se llame cardenismo”.

Aunque Cárdenas se deslindara de la corriente política a la que dio nombre, muchos revolucionarios sí la reconocieron, entre otras razones porque representó la reconquista de la conciencia del papel de las masas en una nueva sociedad como motor del progreso. En el cardenismo las masas dejan de ser materia prima y se convierten en actores políticos que se respetan y se toman en cuenta.

La historiadora Blanca Aguilar Plata escribió: “ubicado entre el final de la etapa armada de la guerra civil y la transición hacia un modelo de capitalismo liberal, el cardenismo recupera y aplica los principios de la Revolución y fortalece la figura presidencial como responsable directa de la política general y de la aplicación de normas y leyes. Fue un periodo de gran dinamismo del Estado para dirigir y controlar a los diversos sectores económicos y sociales, a los que orientó a la participación en un proyecto global de desarrollo interno, marcado por cierto tinte socialista, que se tradujo en medidas populistas de alivio para aspectos apremiantes de los sectores más marginados del país”.

Cárdenas, figura y memoria que polariza la visión y el juicio de biógrafos y estudiosos de todo el espectro político e ideológico mexicano. “General misionero”, lo santifica uno, mientras que otro lo critica por el pobre juicio que demostró con la mediocridad de su gabinete y alguno más lo ensalza como encarnación de una nueva categoría de fraternidad en el campo mexicano.

Hay acuerdo en que Cárdenas es el creador del presidencialismo que caracteriza al sistema mexicano hasta el día de hoy y cuyo poder, más que constitucional, depende de la homogeneidad ideológica y partidaria del aparato político.

Veamos la opinión que de él tenían algunos de sus compatriotas, comenzando por Alejandro Gómez Arias, autonomista universitario y respetado analista que nació políticamente durante el vasconcelismo, para quien Cárdenas no se distinguió por un genio político deslumbrante o sobrenatural, sino por el cambio que proponía, “aunque lo extraordinario de los últimos años del cardenismo fue la contradicción de que siendo una figura de tanta claridad política, estuviera rodeado por un grupo de hombres improvisados y oportunistas”.

Cosío Villegas, constructor de instituciones, ensalza el modelo de hombre recio que se forjó a sí mismo. Gonzalo N. Santos, el cacique que fuera prototipo de los políticos “a la mexicana”, fue contundente en acusar que si bien los cardenistas profesionales pintaban a Cárdenas como un san Francisco de Asís, de ello no tenía nada.

Dos políticos que se distinguieron como periodistas, Vicente Fuentes Díaz y Francisco Martínez de la Vega. Para el primero, Cárdenas era de sagacidad extraordinaria, sabía mover sus piezas y moverlas bien en el momento oportuno, sutil, silenciosa e inteligentemente: “Fue la única esfinge que supo cambiar la historia con un dinamismo endemoniado”.

Para el segundo, destaca la capacidad del general para acercarse al pueblo y escuchar con paciencia sobrehumana sus lentas, repetidas y torpes exposiciones: “Tiene la grandeza de preocuparse por lo pequeño, por lo individual, con la misma ternura, la misma generosidad y decisión que por lo grande y colectivo”.

Cárdenas tomó decisiones que sus críticos atacaron y sus partidarios justificaron con pasión semejante en aquel México convulso. Las organizaciones obreras y campesinas que concibió para trascender el caudillismo y promover la democracia se quedaron en ideal frustrado, como él mismo lo reconoció en 1961 en conversación con Carlos Fuentes: “No fue mi intención que esos propósitos se frustraran y las organizaciones fuesen manipuladas y corrompidas”.

Cárdenas demostró ser un hombre de capacidades poco habituales en un militar profesional. Creía en México como san Agustín en Dios; guardaba por la Constitución una devoción talmúdica y dio a la Presidencia un aura eclesial. Pero, al mismo tiempo, era un populista carismático, que asoció a las masas trabajadoras en la tarea política de transformar al país; dejó de verlas como dóciles y manipulables rebaños y las puso al frente de la lucha por sus intereses de clase y la edificación del nuevo Estado.

En la revista Hoy, Rodulfo Brito Foucher calificó de “terror mexicano” las políticas del cardenismo. Y la insubordinación llegó al seno de la familia revolucionara. Saturnino Cedillo, compadre del presidente y hombre fuerte de San Luis Potosí, desconoció al gobierno de Cárdenas el 15 de mayo de 1938 y tachó a la expropiación de “acto antieconómico, antipolítico y antipatriótico”.

Y en un comunicado enviado a Washington, el embajador de Estados Unidos, Josephus Daniels, informó que entre las clases altas y los “viejos científicos” existía un fuerte sentimiento de rechazo a las políticas cardenistas, “pues creen que conducen al comunismo”, pero hizo notar que tales críticas no se harían públicas porque como mexicanos “no quieren oponerse a su país y arriesgarse a ser vistos como traidores y amigos de los opresores extranjeros”. No omitió Daniels insistir en la vigorosa movilización desatada por la expropiación, e hizo ver a los formuladores de política de la casa Blanca que la expropiación fue esencial para amalgamar el espíritu de México, en donde privaba la sensación de que la política del cardenismo encarnaba la unidad nacional.

27 de marzo de 2023

@juegodeojosfacebook.com/JuegoDeOjossanchezdearmas.mx

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