Con voz propia
Las cárceles de López Obrador y el adiós a Gertz Manero

Historias para armar la Historia
32 mil 500 millones de razones, o del por qué ignoran el acuerdo de liberación de personas ordenada por López Obrador. Además, el adiós a Gertz Manero
Por Ramsés Ancira
No hay estadísticas confiables de cuantas personas en México se encuentran privadas de su libertad. No importa, tenemos otros datos. En 2020 se hablaba de 210 mil. Sabemos que durante la pandemia del Covid-19, el porcentaje de nuevos presos en México, creció en más de 13 mil personas, al contrario de países donde incluso los “pecados” se pagan con cárcel, como Afganistán, Turquía e Irán.
México tiene el segundo lugar con el mayor número de presos de Latinoamérica, solo superado por Brasil, lo que representa corrupción por el monto de 625 millones de pesos a la semana; 32 mil 500 millones cada año. No en el Calderonato, no en el Peñato, sino en la hasta ahora fallida Cuarta Transformación propuesta por López Obrador.
Si a los 210 mil presos de 2020, le agregamos los 13 mil que ingresaron a la cárcel durante la pandemia, y si a ellos les agregamos, en promedio, a siete familiares directos, sumamos una República de Presos integrada por un millón 784 mil personas.
Durante la administración de López Obrador, nadie se ha preocupado, ni siquiera para presumir los avances del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, de publicar cuantos menores infractores se encuentran privados de su libertad. La Encuesta Nacional de Adolescentes en el Sistema de Justicia Penal, se hizo aún durante el gobierno de Peña Nieto, en 2015.
Sin embargo, sí hay cifras oficiales que hablan de 5 millones de niños y adolescentes con graves problemas de consumo de alcohol. Éstas nos dan buenas pistas,
Vamos a ser condescendientes y suponer que sólo el 5 por ciento de ellos sean internos forzados de los consejos tutelares para menores. Tenemos entonces a 30 mil adolescentes en custodia y si sumamos a los 220 mil presos aquí, en México, y ahora, completamos la cifra que cierra el cuarto de millón. La buena noticia es que, sumados adultos y menores, tenemos una población privada de la libertad integrada por “solo” 250 mil personas. Si consideramos que México tiene una población de 128 millones 900 mil personas y “sólo” el 0.19 por ciento está en la cárcel, López Obrador está en lo cierto. En su mayoría, México tiene un pueblo bueno.
Pero, lamento si tan pronto lo desengaño. Si sumamos a las 250 mil personas privadas de su libertad, sean chicos o grandes; y cada una de ellas tuviera 7 familiares que se ocupan de ellos, nuestra República de los Presos y sus familiares asciende a 2 millones de personas, esto significa que 1.55 por ciento de los mexicanos, o están presos o tienen alguna persona familiar cercana, privada de su libertad.
Basta este 1.55 por ciento de personas detenidas (sin contar a los hijos huérfanos de padre o de madre; y a los cónyuges que se quedaron en la calle gracias a que sus parejas se auto incriminaron para que no encarcelaran también a sus cónyuges, para entender que éste es un asunto que afecta la seguridad nacional.
Cuando el 28 de agosto de 2021, el presidente López Obrador publica el acuerdo por el que se instruyen a las instituciones que en el mismo se indican, (SIC) –la concordancia entre plural y singular no ha distinguido nunca a los funcionarios de gobierno- a realizar acciones para gestionar, ante las autoridades competentes, las solicitudes de pre liberación de personas sentenciadas, así como para identificar casos tanto de personas en prisión preventiva, como de aquellas que hayan sido víctimas de tortura, en términos de las disposiciones jurídicas aplicables, AMLO dio un paso gigantesco para México.
Pero el primer mandatario tiene un grave problema. A su gabinete, a los gobernadores de MORENA y mucho menos a los del PRI, como Alfredo del Mazo, no les da la gana cumplirlo porque perderían un negocio que asciende a 625 millones de pesos a la semana, esto es tanto como 32 mil 500 millones de pesos anuales considerando que cada año tiene 52 semanas.
Este dinero sólo representa lo que paga la gente en México por los prisioneros. Luego le platico que los principales beneficiados son los dueños de periódicos y televisoras que les concesionaron Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox y Felipe Calderón, éstos dos últimos gentilmente aconsejados por Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos por trabajar con los cárteles de la droga.
Pero vamos al principio: ¿De dónde sale esa cantidad tan conservadora? ¿Estamos hablando de una extorsión de 10 mil pesos mensuales, pero sólo promediamos lo que le quitan a los que menos tienen? Otros pagan entre 20 mil y 50 mil pesos al mes para poder sobrevivir en la cárcel. ¿Incluso la cifra negra podría llegar al billón de pesos mensuales?
Los presos tienen derecho a visita por lo menos una vez por semana. Cuando madres, hijos y hermanos llegan a las puertas de la prisión, los custodios, de acuerdo al estado de humor en el que se encuentren, le van a pedir a cada familiar que se quite la ropa deportiva que emplea para ir a la cárcel, simplemente porque es más cómodo llevar unos pants, para no tener que despojarse del cinturón y otras prendas que suenan en los detectores de metales. Estos conjuntos deportivos son ropas prohibidas, les obligan a vestir pantalones convencionales. La renta por cada blusa o pantalón, sin previa desinfección, por las dudas, o por las certezas del Covid, es de 15 a 30 pesos.
Pero resulta que la señora le lleva al marido un pollo empanizado. No entra ¿qué tal que lo enharinaron con cocaína o polvo de cannabis? Claro que, en el Reclusorio Oriente, o en el Norte se puede comprar a muy bajo precio estas sustancias, pero sólo a los “concesionarios autorizados”. Así que al que quiera comer crujipollo o “la receta secreta del coronel Sanders” le van a cobrar, si el custodio está de buen humor, 50 pesos.
Luego, otro preso de los que controlan los custodios, va a llegar a avisarle al detenido que “tiene visita”, lo que representa una propina de al menos 15 pesos.
¿Pero, cómo le va a hacer el detenido para comer? Ni modo que en el duro cemento. ¡No hay problema! por módicos 15 pesitos le proporcionarán una cobija para que la ponga en el suelo y de esta manera aísle las posaderas del pavimento ardiente, o frío, según la época del año.
Pero; ¿comer en el suelo? El pollo se come con las manos. Esa mañana los presos que no pudieron pagar por el servicio de excusado, tuvieron que hacer del cuerpo en las atarjeas del patio. Los más pobres no pueden darse el lujo de papel higiénico, así que andan esparciendo Escherichia coli donde se sienten o caminen.
¡Pero hombre! No hay que ser delicados, la mayoría de estos animalitos casi no provocan enfermedades graves. Por los pasillos y los patios de las cárceles siempre hay un preso, buen muchacho, con un mandil con el emblema de la Cruz Roja, que les ofrece una pastilla de loperamida por unos 40 pesos, “el mejor remedio para la diarrea que te va a dar”. Si usted piensa que ése es el precio de dos cajas y que las cobran como si estuviera en los Hospitales Ángeles, de Olegario Vázquez Aldir, por supuesto que no, es por mera casualidad.
Mejor, para prevenir esa diarrea, en los penales de la Ciudad de México le ofrecen un combo de alquiler que contiene una mesa de plástico y cuatro sillas por la módica cantidad de 100 pesos para que disfrute de sus alimentos en compañía de sus seres queridos. ¿No quiso cargar con el refresco? En la súper tienda de cada reclusorio podrá adquirir su coquita de lata, edición especial, por la mínima cantidad de 30 pesos. Pero, espere… ¿tiene que llamar a su abogado? En la misma tiendita, aunque sea a precio de narco tiendita, le venden tarjetas marcadas por Telcel con una cantidad de 100 pesos, pero por las que tendrá que pagar 130) además de darle una propina de 10 pesos, a otro preso, para que se encargue de ofrecerle privacidad en su conversación. De todas maneras, el director del reclusorio recibirá una copia fiel de su charla con el defensor. Si acaso alguien se enterara de que ya va a salir libre, pronto recibirá una oferta para que le sea más rápido librar las seis esclusas que en promedio tiene cada cárcel, para que el trámite sea más rápido, claro, previo pago de por lo menos 200 pesos. El precio no incluye olvidos por no saberse el número de su expediente. En ese caso, recibirá una cachetada cada vez que lo interroguen, en cada una de las esclusas.
Pero eso ya si tiene mucha suerte de salir.
Mientras tanto el preso, si tiene la suerte de ser del sexo masculino, cuando reciba la visita familiar, le susurrará a la esposa que “ya tiene muchas ganas”, y que ya se apalabró con el custodio para que le dejen una celda durante 20 minutos para celebrar el coloquio al que se refirió Salomón en el Cantar de los Cantares. Por lo que procure -dirá a su pareja el preso químicamente inhibido de deseos sexuales- que la próxima vez se acuerde de traer unos mil pesos adicionales. Claro, en el rancho, que es como llaman a la comida en las prisiones, vienen disueltas algunas sales para quitarles a los detenidos “el entusiasmo”.
Las habitaciones para la visita conyugal no están disponibles. Hay reservaciones hasta el año 2025, o antes, claro, siempre y cuando pueda pagar a cambio el equivalente a dos boletos de avión a Acapulco.
Las mujeres no tienen los mismos derechos de los hombres en esta igualitaria Cuarta Transformación. Para ellas es casi imposible la visita conyugal y además tienen un alto riesgo de ser violadas por custodias, otras presas, o custodios.
La visita termina, el recluso regresa a su celda preguntándose cuándo va el juez a tomar en cuenta el protocolo de Estambul que le practicó la Comisión de Derechos Humanos del entonces Distrito Federal. Lo tuvieron un mes aislado en la fiscalía Antisecuestro, mientras se le deshinchaban los labios y los ojos perdían el color rojo adquirido a consecuencia de los shocks eléctricos, los ahogamientos o el llanto que le provocaron al decirle que, si no cooperaba, le harían lo mismo a su esposa, a su madre o, peor aún, a su hija de 12 años.
Está muy emocionado, necesita relajarse. Hay presos a los que les dan permiso para estar fuera de las jaulas desde las 6 de la mañana hasta las 5 de la tarde. A uno de ellos le entrega 20 pesos a través de los barrotes. Luego, le pide un cigarro de mariguana y el papelito donde viene el número de cuenta de Banco Azteca y el nombre de la persona a cuyo nombre hay que depositar.
Por lo menos tres veces a la semana se cambia el número de cuenta. Nuestro nada imaginario personaje, recordemos que representa a 250 mil personas que esta noche pernoctarán en Centros Federales o estatales de reclusión, pide un teléfono celular para tomarle una foto a la ficha. Por ese servicio de WhatsApp, le cobran de 5 a 10 pesos por imagen.
Al día siguiente su madre le depositará mil pesos a esa cuenta, lo que le servirá para comprar una pasta de dientes, un carrujo de mariguana para lograr conciliar el sueño las próximas seis noches y poder bañarse con una cubeta de agua calentada por dos cables eléctricos pelados, este servicio también es barato, unos 10 pesos e incluye vigilancia para no ser violado.
De los mil pesos, le van a entregar 850, el resto es por el “servicio de banco”. Además, para que no se preocupe de estar cuidando el dinero en la celda, se lo distribuirán en cómodos pagos de 120 pesos diarios,
Esta semana habrían logrado darle en mano otros 500 pesos. Pronto se acerca otro preso para pedirle los 50 pesos, “para el comandante”, que amablemente le permitió ver a sus familiares. Claro, esto no incluye ni el paracetamol, ni los refrescos ni la loperamida para evitar la diarrea. Más tarde pagará 300 pesos. Esto le garantiza el alquiler de la raída cobija que le permitirá aguantar el frío. Por ahora ya tiene pagados los 1,500 pesos semanales que le dan derecho a una litera, y los 300 para que le permitan escuchar un radio de bolsillo. Si tiene teléfono inteligente dentro de la celda, el alquiler vale alrededor de 10 mil al mes.
Empieza el coro de tos que se prolongará desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la mañana. A algunos les da carraspeo por el tabaco o el “churro”, a otros tos nerviosa, y muchos cientos más expectoran, simplemente porque están enfermos y no pueden pagar el derecho de atravesar todo el reclusorio para donde se encuentran los consultorios médicos.
Esta semana, sin embargo, le salió barato, solo pagó 2 mil 500 pesos, menos del promedio de los otros 249 mil 999 colegas de infortunio. Ese día de visita en el Reclusorio Oriente se juntaron sólo 4 millones de pesos, si se suman tres visitas a la semana, son 64 millones al mes. Concedamos que en un solo reclusorio se juntan 64 millones, pero si se suman los de todas las cárceles del país, 91 oficiales, sin contar casas de seguridad y prisiones clandestinas, la cifra podría alcanzar, muy difícil saberlo con seguridad, unos 5 mil millones de pesos.
Cinco mil millones al mes multiplicados por 12, son tantos como 60 mil millones de pesos. Esto le puede dar idea de lo que le cuesta al gobierno de la República ese dinero, que bien podría invertirse en escuelas, parques y deportivos, que seguramente harían decrecer la cifra de delitos. Está comprobado, aunque ahora no hay espacio para desarrollar la información, que mientras menor sea el nivel educativo de las personas, más posibilidades tienen de ser encarceladas.
Bitácoras suplementarias:
¿Quién se beneficia?
Una cadena posible es la siguiente: El custodio le entrega la mayor parte a uno de los subdirectores del penal, este a su vez le reporta al Secretario de Seguridad Pública, quien se lo entrega al secretario de gobierno, que a su ve usará el dinero para garantizar el retiro de su gobernador, o en su caso la campaña al senado, la cámara de diputados, o incluso a la presidencia de la República. El dinero, es evidente, no lo fiscalizan los Institutos Electorales.
Ahora bien, el negocio de la Seguridad Pública tiene otros ingresos, por ejemplo, en Ciudad Juárez, una lámpara para el alumbrado público que se puede conseguir en Home Mart por 400, aparece en mil 200 pesos en los oficios de “Transparencia”. A 400 policías municipales se les cobran alrededor de 300 pesos diarios por el derecho a salir a trabajar, 120 mil pesos diarios; 3 millones 600 mil pesos al mes, alrededor de 50 millones de pesos al año. Calcule ahora que en México hay 130 mil policías municipales, si a cada uno lo extorsionan con esos 200 pesos diarios, son 26 millones de pesos diarios. Nueve mil 490 millones de pesos anuales
Domingo 7 de noviembre: Bodas de Sangre políticas
El ex titular de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, logró lo que no se puede hacer en ningún país del mundo, porque representaría una violación a los derechos civiles. Nadie en México puede abrir una cuenta de ahorro, sin un sistema de identificación biométrica. Así se previenen las identidades falsas y el lavado de dinero.
Al dueño de El Universal se le ocurrió rentar un avión para ir a Antigua, Guatemala para acudir a la boda de Santiago Nieto. Cualquier persona habría comprado tarjetas de regalo de Liverpool o Palacio de Hierro, pero él dispuso regalar sobres con varios miles de dólares.
Nieto no se podía casar en México, porque a donde lo hiciera le hubieran llevado huestes patrocinadas por Mario Delgado para aguarle la fiesta, no en balde estaba en la quinteta de posibles presidenciables.
El flamante matrimonio, integrado por personas con posgrados en Derecho se libró de los acosadores. Mientras se celebraba la fiesta, Mario Delgado ingresaba con una cachucha que ocultaba su rostro, a una zona del Autódromo Hermanos Rodríguez. El precio de ingreso a esa zona superaba los 5 mil dólares.
Por andar de dispendioso, a Santiago Nieto le hicieron renunciar. Mientras tanto Mario Delgado negocia con empresarios de Oaxaca e Hidalgo para ver “con cuanto se van a poner” para patrocinar la empresa estilo Nxivm que celebrará las encuestas que decidirán quienes compiten para cargos de gobernador
PERO MUCHA ATENCIÓN: López Obrador ya no puede seguir haciendo el ridículo diciendo que confía en Gertz Manero. ¿Cómo puede hacerlo con el policía que era la metralleta más rápida de la Hermandad? ¿Con el tipo al que le grabaron conversaciones donde amenaza a su familia política si no le entregan obras de arte valuadas en millones de pesos; ¿y luego encarcela a su sobrina, la mujer más vieja en Santa Martha Acatitla, acusada de un homicidio que no cometió? ¿Confianza en el único funcionario público hasta ahora acusado de tener cuentas en paraísos fiscales? No tantas como su amigo Marcial Maciel Degollado que depositó medio billón de pesos, pero sí suficientes para preguntarse de dónde sacó Gertz ocho millones de dólares y llevarlos a las Islas Caimán.
Santiago Nieto era la carta bajo la manga de López Obrador. Un hombre honesto a pesar de los lastres que pudiera representarle la familia de su actual esposa. El presidente no tiene más cambios; todavía le falta la mitad del partido y el ex titular de la UIF era el único que podía encontrar los delitos y a los delincuentes que abundan en los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
O es Santiago, o a la Cuarta Transformación se lo lleva la trampa que le han ido cavando Mario Delgado, Yeidckol Polevnski y varios más, por sus amarres con empresarios para imponer a los candidatos en Durango, Hidalgo y Oaxaca, que son, en orden alfabético, los que se disputan el cargo en 2022.
Medios de incomunicación para pagarle a los medios de comunicación
En el principio Olegario Vázquez Aldir recibió de Martha Sahagún de Fox la concesión para operar el Centro Federal de Reclusión Social de Morelia, Michoacán, de donde la sobrina del pederasta y creador de paraísos fiscales, Marcial Maciel Degollado, es originaria. Excelsior ya no es más una cooperativa, se la regaló el matrimonio Fox a Vazquez Aldir, como en su tiempo Luis Echeverría le regaló la cadena de periódicos de Los Soles a los Vázquez Raña.
Las tiendas de los Hermanos Vázquez ya no existen, ahora es más rentable ser dueño de una cárcel. El contrato inicial con cada Reclusorio Federal es de unos siete mil millones de pesos al año, según información proporcionada por López Obrador. Además, no necesitan comprar ofertas ni pagar anuncios por televisión para poder vender, el dinero lesram llega a cambio de nada. Es más, mientras más dejen hacer y dejar pasar, más ganan. Solo tienen que cerrar los ojos a las torturas o la falta de medicinas.
Otros reclusorios están concesionados a Ricardo Salinas Pliego y a dueños de periódicos financieros.
Si usted supone que esta es la razón por la que el Secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, el director de la Defensoría Pública Federal, Netzaí Sandoval, o el dueño de hospitales Los Ángeles no quieren que se cumpla con el Acuerdo de Liberación de Presos ¿Quién soy yo para contradecir las conexiones mentales que les dicten las neuronas a nuestros lectores?
Yo solo le he querido dar 32 mil y tantos millones de razones por las que…
Con voz propia
En el Zócalo de Ciudad de México, las falanges ‘marxistas’

TRAS BAMBALINAS
Por Jorge Octavio Ochoa
En una pugna simbólica y mediática, partidarios y adversarios se trenzaron este fin de semana en una inútil lucha de cifras. Unos y otros aseguran haber conjuntado en la Ciudad de México, más de medio millón de personas el 26 de febrero y el 18 de marzo.
Al margen de quién tenga la razón, lo único inobjetable e irrebatible, es que el país está profundamente dividido. Lejos de la reconciliación, esas masas ahí aglutinadas, lo único que reflejan es un futuro aciago para los mexicanos.
Parecen gloriosos ambos mítines: la sociedad politizada acude sin temor. Pero el futuro es opaco y sumamente preocupante por el tufo autoritario. “Está asegurada la continuidad”, frase central de un discurso retórico y sin sustento. Además del dedazo, vendrá la imposición del proyecto.
Sea cual sea la corcholata ganadora en el 2024, ésta obedecerá las órdenes que vengan desde Tabasco, apalancadas por el apoyo inefable del Ejército.
La inversión populista de recursos continuará, aunque no tenga reservas. Se irá a barriles sin fondo, que no devolverán ganancia alguna. La imposición de una nueva clase política más voraz está en camino. Por eso llamó a sus fanáticos a votar “por todo”, para tener mayorías absolutas, incontestables.
La pobreza crece, junto con la violencia. No hay orden legal y nuestras juventudes se asesinan entre sí, porque sí, porque la SEP está más preocupada en ideologizar.
La división es manifiesta, evidente. A unas horas de la “Gran Fiesta Patriótica”, la familia Cárdenas marcó su distancia con Andrés Manuel López Obrador.
Lo mismo hicieron, desde hace dos años, los familiares de Emiliano Zapata. El presidente los traicionó y permitió la construcción de una presa con la que no estaban de acuerdo. La ausencia de los Cárdenas y de los Zapata es el gran vacío, que pega en la columna vertebral de un cuerpo sin moral, como el de la 4T.
Ése es el panorama con el que entra al último año de gobierno López Obrador, perseguido por fantasmas del pasado que hoy reviven. Conasupo es hoy Segalmex, con un mismo sujeto: Ignacio Ovalle, al que hoy defiende el primer mandatario, así como protegió a un presunto violador como Félix Salgado Macedonio, o como resguarda a una delincuente, Delfina Gómez.
La muerte de más de 700 mil mexicanos, muchos de ellos por una pandemia que fue mal enfrentada, según los especialistas, será otro de los espectros que lo seguirán hasta Macuspana.
Tarde o temprano el país reconocerá como verdad el informe sobre los privilegios que tuvo la familia presidencial durante la mortandad. Para ellos, sí, Remdesivir.
Es la tormenta perfecta, que se puede convertir en maremoto, si se descontrola el sistema financiero internacional, quiebran bancos y esas masas confrontadas no encuentran una guía pacífica.
Las buenas intenciones y el apoyo a los pobres podrían convertirse en una pesadilla descomunal. Más aún cuando están bañadas de populismo. No hay dinero que alcance y el Banco del Bienestar está bajo sospecha como lavadero de dinero.
El sábado 18 de marzo vimos, entre otras cosas, el despliegue de algunos de los más de 23 mil Servidores de la Nación que engrosan la nómina de la Secretaría de Bienestar. Claro, la mayoría convencidos de su participación, ¡Nada más eso faltaba! Todos ellos significan un presupuesto superior a los tres mil millones de pesos al año. Por eso acudieron gustosos a arremolinarse ahí.
¿Servidores o siervos?
Los cuadros de estos servidores se componen de:
- 18 mil 894 enlaces, desplegados en todo el país, con un sueldo de 8 mil 482 pesos mensuales.
- 3 mil 736 trabajadores administrativos.
- 252 directores regionales, que reciben 50 mil 158 pesos mensuales.
- 32 delegados estatales o “superdelegados”. Ganan 87 mil 998 pesos al mes.
Hasta hace poco, el jefe de todos ellos era Gabriel García Hernández, coordinador Nacional de Programas Integrales de Desarrollo. Cercano al presidente AMLO, desde 2006.
Durante la elección de 2018, García Hernández fue responsable de desplegar una estructura partidista a favor de López Obrador; afiliar militantes a Morena y supervisar las asambleas municipales.
Es bajo esta descomunal estructura, que se expande la bonhomía del presidente de la República, convertido en moderno Robin Hood, que le quita el dinero a los ricos y clases medias para dárselo a los pobres, aunque algunos hayan muerto.
Por ello es por lo que resulta muy sospechoso el presunto robo de 136 millones de pesos a los Bancos del Bienestar hace unos días, cuando todavía no tiene ni estructura de verdadera institución financiera.
Es en medio de esas incongruencias, que ocurre esta nueva concentración. Lázaro Cárdenas Batel presentó su renunció el 17 de marzo, poco después de la confrontación de López Obrador con el ingeniero, su padre. AMLO decidió darla a conocer un día antes de la expropiación petrolera, para dañar lo menos posible “su fiesta”.
Fue una doble afrenta, pero ni todas las marchas o mítines del mundo podrán borrar el agravio al hijo del general, el Tata Cárdenas, al que también adoraba el pueblo hace 85 años.
No, no hay comparación alguna entre aquella gesta y lo que ocurre ahora. En aquel episodio histórico, la gente más humilde llevó al Zócalo sus pertenencias, sus animalitos, para ayudar con el pago de la deuda al vecino país. El pasado sábado 18 de marzo, hasta con 200 pesitos acarrearon a la gente. Otros, tenían que asistir, para no perder el trabajo.
Pero también hay los Solovinos, como les dijo una vez López Obrador, que fueron con toda la convicción y el corazón. Ojalá no los traicione también.
Lo peor fue el performance que algunos seguidores de AMLO escenificaron: la quema de un monigote que alude a la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte. Como si no viviéramos en un país donde frecuentemente se lincha a víctimas inocentes, el discurso presidencial alienta este tipo de manifestaciones.
En un país tan dividido, impulsar el odio hará más peligroso el año próximo. Más aún ante las asechanzas de los vecinos del norte. Este domingo, mandaron una misión diplomática, compuesta de legisladores y encabezada por el embajador Ken Salazar, para aclarar algunas paradas, no sólo sobre el narco.
Se supo, que México ha concesionado a Estados Unidos la terminal marítima de Punta Venado, en Quintana Roo, hasta el 2037. ¿En qué régimen se otorgó? ¿Por qué no lo sabíamos?
Sin embargo, nos enteramos el domingo que dichas instalaciones fueron requisadas por la Marina y la policía estatal, lo que desató el enojo del gobierno y Congreso de aquel país.
De esto, López Obrador no nos dijo nada ayer en su maratónico discurso de una hora. De hecho, frenó toda alusión antiyanqui. Evitó desatar el patrioterismo, para no enemistarse más con los gringos. Pero ahora tiene que explicar ¿Cómo pedirá la unidad de los mexicanos, incluso de aquellos a los que nos ha insultado por participar en manifestaciones que él no organiza?
Con voz propia
Las cadenas de oración como política pública en Perú

Religión y vida pública
Uno de los efectos, inevitables pero posiblemente inesperados de las crisis, es que revelan los aspectos más sórdidos, más contradictorios, del comportamiento de las personas, los grupos e incluso de las instituciones públicas. En ese sentido, la profunda crisis política en Perú no ha sido especialmente distinta de las que ocurren en la actualidad en otros países de América Latina. La diferencia, si la hay, es que en Perú la crisis política se ha conjugado con otras crisis igualmente graves. Como en el resto de América Latina, están los efectos de la pandemia de coronavirus que hizo estragos en los sistemas de salud de la región, afectados cada uno por cualquier cantidad de insuficiencias y fallas en el diseño y en la operación de las instituciones de salud, así como por la corrupción.
Incluso se podría agregar en el caso de Perú, Argentina, México y Chile, el componente de la violencia generada a veces por grupos de narcotraficantes y a veces por otras organizaciones criminales. En Argentina, por ejemplo, ha sido especialmente grave el ataque en Rosario al Supermercado Único, propiedad de la familia de Antonella Rocuzzo, la esposa de Lionel Messi, el astro de la recientemente coronada selección nacional de futbol de ese país, fue objeto de ataques muy violentos que sacudieron a la opinión pública argentina. La situación es tan grave que el gobierno federal, al estilo de las autoridades mexicanas y colombianas, anunció que el Ejército participaría en los operativos de seguridad, lo que ha provocado amargos intercambios entre los actores políticos de aquel país. Sin embargo, en Perú se ha agregado un cuarto elemento a la crisis: las brutales inundaciones que han devastado, como siempre es el caso, las zonas más pobres de las regiones afectadas por esos fenómenos.

La ribera del río Chillón en Lima, 16 de marzo de 2023
Fue notable que, ante la realidad creada por ese cuarto elemento de crisis, el recién electo alcalde de Lima, la capital de Perú, Rafael López Aliaga, hiciera una serie de declaraciones en las que, además de culpar a todos los gobiernos previos por la magnitud de la crisis de inundaciones en la capital peruana, también aseguró que, además de no dormir, había cumplido con sus responsabilidades como alcalde de la capital más antigua de América del Sur, al promover y participar de una serie de “cadenas de oración” cuyo objetivo—según López Aliaga—era el de que las lluvias se movieran fuera de la zona metropolitana de Lima.
Una de las cosas más notables de esa declaración de López Aliaga es la manera en que su equipo de comunicación en la capital peruana usó una combinación de medios tradicionales y de mensajes en redes sociales para hacer de las “cadenas de oración” un elemento clave de su respuesta a las violentas, en más de un sentido, devastadoras inundaciones. Acá se puede ver la manera en que algunos de los medios peruanos, Radio Exitosa en este caso, informó que López Aliaga aprovechó una reunión con miembros del congreso y luego con funcionarios del gobierno nacional peruano, incluida la presidenta Dina Boluarte, para anunciar su “cadena de oración”. Horas después, cuando el huracán Yaku finalmente cayó sobre Lima y su zona metropolitana, con los efectos que ya todos conocemos, la reacción de López Aliaga fue la de atribuirse el curso que siguió ese fenómeno natural como un resultado de la “cadena de oración” que había promovido.
Es claro que cuando tenemos problemas no está de más invocar la ayuda de Dios o lo que sea en lo que cada persona cree. Es claro, además, que a diferencia de México donde hay una cierta tradición secularista que busca aislar a la política de la religión, en Perú no existen esas limitaciones. El Estado se declara abiertamente confesional, católico de manera más precisa y hay distintos puntos de contacto entre la religión y política en todos los niveles del gobierno de aquel país.
Sin embargo, el problema con lo dicho por López Aliaga es que, en un sentido, a pesar de que las autoridades nacionales peruanas advirtieron de la llegada de Yaku, él y su equipo parecían desestimar los efectos de ese huracán. Dada la manera en que reaccionaron, uno podría asumir que estaban listos, pues no se prepararon refugios, ni equipos que eventualmente pudieran rescatar a personas o grupos que se vieran aislados por las lluvias torrenciales.
Tampoco se tuvo el cuidado de limitar el tráfico de vehículos en las calles donde se sabía, por la historia de inundaciones previas, había mayores probabilidades de que hubiera problemas. Lejos de ello, se le apostó desde el inicio a la “cadena de oración” como respuesta de política pública. Incluso una semana después de que López Aliaga hiciera alarde del poder de su oraciones, llamó “intolerantes” a quienes le criticaron por la manera en que actuó como principal responsable de la seguridad de las personas que viven en Lima.
Que López Aliaga llame a otras personas “intolerantes” eleva la situación a otro nivel. Si algo le ha ganado fama pública al ahora alcalde de Lima no ha sido su disposición a ser tolerante. Más bien todo lo contrario. El alcalde se distingue, entre otras cosas, por su participación en la prelatura del Opus Dei, una estructura creada por Josemaría Escrivá de Balaguer durante los prolegómenos de la Guerra Civil española (1936-9), que se caracteriza por presumir de ser “estricta” en su comprensión y práctica del catolicismo.

Rafael López Aliaga durante su campaña presidencial de 2021. Tomada de Wikipedia.
No es posible reconstruir acá las notas características del catolicismo según el Opus Dei, pero es notablemente intolerante incluso con otros católicos que no comparten con la prelatura su manera de entender la realidad, el mundo e incluso la doctrina del catolicismo. Rechaza cualquier crítica a la Iglesia y ello les ha llevado, en más de una ocasión, a defender a notables depredadores sexuales. En Chile, por ejemplo, fueron miembros de la prelatura en aquel país quienes financiaron la defensa civil y canónica de Fernando Karadima, el superdepredador sexual. No sólo eso. Cuando Karadima todavía celebraba misas con público, se veía a estos miembros o simpatizantes de la prelatura, en las bancas de la parroquia del Sagrado Corazón en Providencia, una de las zonas más hermosas y ricas de Santiago de Chile.
López Aliaga lleva varios años tratando de ganar notoriedad y cargos de elección popular en Perú. Luego de ser regidor en el ayuntamiento de Lima a principios de siglo, se convirtió en uno de los líderes nacionales de Renovación Popular, organización con vínculos formales e informales de diversa naturaleza con el así llamado Sodalicio de Vida Cristiana, una “orden” religiosa del catolicismo nacida en Perú que, como la Legión de Cristo en México o el Instituto del Verbo Encarnado en Argentina, presume también de ser “estricta” en su comprensión de la doctrina católica y, como esas dos organizaciones, ha visto a varios de sus miembros enfrentar acusaciones por abuso sexual.
Los vínculos del alcalde de Lima con el Sodalicio de Vida Cristiana son tan profundos, que su compañera de fórmula en la elección presidencial de 2021 fue Neldy Mendoza, quien presume ser especialista en distintas disciplinas, aunque nunca ha acreditado esas capacidades. A pesar de las críticas que enfrenta por esas actitudes, es invitada frecuente a las actividades públicas de los grupos que forman parte del Sodalicio, por lo que observadores de la vida pública peruana la cuentan entre sus miembros o, por lo menos, sus simpatizantes. Y es que, como suele suceder con el Opus Dei y otras organizaciones “estrictas” del catolicismo, la pertenencia a esos grupos suele ser tratada como una suerte de secreto de Estado por las organizaciones y sus miembros.
López Aliaga, además, presume ser un político “provida”. No es claro cuántas personas habrían muerto en Lima por las inundaciones. Se sabe que hay un saldo de cinco personas que perdieron la vida por los efectos de Yaku, pero es difícil saber si todos vivían o murieron en Lima. En todo caso, lo que demostró López Aliaga es la fragilidad del discurso “provida” que caracteriza al Opus Dei y a grupos similares en el espectro de las derechas de América Latina. Se dicen contrarios al aborto, pero no parecen preocuparse por los efectos de desastres que podrían prevenirse o evitarse del todo para evitar la muerte de personas inocentes.
En la elección presidencial de 2021, en la que ganó Pedro Castillo en la segunda vuelta, el ahora alcalde de Lima fue abanderado del Partido Renovación Popular. Como tal, se hizo de poco menos del doce por ciento del voto en la primera vuelta. En la segunda vuelta, aunque no hubo un acuerdo formal para transferir votos, en los hechos sus electores apoyaron a Keiko Fujimori luego de que, en mayo de 2021 López Aliaga anunciara que él votaría por la hija del expresidente.
Un aspecto que no debe soslayarse de los llamados de López Aliaga a enfrentar los efectos de Yaku con una cadena de oración es que, a lo largo de los últimos 20 años, el ahora alcalde ha tratado de presentarse como un promotor de gobiernos racionales, eficaces, que operen a partir de criterios empresariales y no de criterios o preferencias políticas. En un sentido, esa posición choca con la de quien se abandona a lo que para algunos podría ser la “voluntad de Dios” pero, para otros, podría ser la expresión del descuido, del desaseo y la irresponsabilidad. En otro sentido, él está lejos de actuar con criterios racionales o eficaces, como lo demuestra este episodio.
López Aliaga se hizo del cargo que ahora ostenta, por cierto, con menos del 30 por ciento del voto de los limeños. Sólo 26 de cada 100 votaron por él. Fue así gracias al pésimo diseño de las leyes electorales peruanas que, aunque exigen una segunda vuelta en las presidenciales, permiten que una persona como López Aliaga, conocido por sus excesos verbales contra quienes no piensan o actúan como él incluso dentro de la Iglesia Católica, ocupen el cargo a pesar de no haber ganado la elección con algún margen que garantice que representa a los electores.
Con voz propia
La desinformación, la gran estafa de la opinión publicada

«Argumentando el bien común, nos someten a la desinformación más conveniente al poder»: analista
Por Alberto Vila
Cada vez se presta más atención al fenómeno de la desinformación qué opera como una gran manipulación de conductas políticas, sociales y económicas, de grandes colectivos sociales. El uso del falseamiento de informes, la proliferación de las mentiras intencionadas para favorecer a los intereses de los propietarios de los medios, son la expresión frecuente desinformativa. La desinformación sobre la guerra de Ucrania es un caso de censura informativa en el espacio OTAN.
Estas conclusiones sobre la desinformación partieron de los datos de un informe que la Universidad de Princeton publicó recientemente y que detectó que los adultos mayores tienen más probabilidades de compartir noticias falsas. En ese estudio los investigadores estadounidenses identificaron el aumento de usuarios hombres y mujeres de más de 65 años en Facebook y concluyeron que en esa red social los usuarios de mayor edad compartieron más del doble de artículos de noticias falsas que el grupo de edad más próximo, los de 45 a 65 años, y casi siete veces más que el grupo de edad más joven, de 18 a 29 años.
El efecto que tiene la información falsa sobre las empresas y la economía en general es enorme. Las audiencias tienden a ser receptivas a las noticias falsas. El control hegemónico de los grupos mediáticos facilita tal situación. Inclusive esos medios dicen actuar de fact-checking, de la información publicada. En cualquier caso, se verifica poco quién las fabrica y con qué motivos. Cómo combatir actualmente la desinformación, es la batalla que se libra en el mercado de los mensajes difundidos.
Sin razón aparente, el 29 de marzo de 2018, las acciones de Amazon bajaron un 5%, lo que equivale a la pérdida de 60.000 millones de dólares en valoración. Pero siempre existe un motivo para que una cotización baje tan repentinamente. Puede ser, simplemente, una percepción o una realidad, pero cuando hay un descenso de esta magnitud, significa que el mercado espera “algo”, y, en este caso, era una acción del Gobierno Federal Americano en contra de la compañía. El presidente Trump había usado su medio de comunicación preferido, Twitter, para quejarse de que Amazon no pagaba impuestos estatales ni locales, usaba el servicio de correos como su “chico de los recados”, causándole grandes pérdidas, y, además, era responsable de la quiebra de miles de comercios. Sin haberlo dicho explícitamente, el mercado de valores esperaba que la administración Trump actuara en contra de la empresa.
En Argentina, un grupo de investigadores, de Proyecto Desconfío y del Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad (MESO), que trabaja para combatir el impacto de la desinformación en medios y redes sociales detectó que los adultos mayores de 60 años son los más afectados por las campañas de noticias falsas que circulan a través de WhatsApp. El consumo de mensajes engañosos y el desconocimiento de recursos para poder detectarlos motivó un estudio de campo con el fin de alertar sobre las consecuencias de la desinformación en esta población adulta y a aportar herramientas para poder combatirla.
En sus orígenes, la verificación de hechos era un proceso interno de los medios de comunicación que consistía en la revisión de los datos y los hechos de una noticia antes de su publicación. Los actores encargados de verificar eran los periodistas, que tenían que salir al exterior a buscar la noticia y tenían las herramientas y los conocimientos para identificar información falsa o engañosa. El paradigma cambia radicalmente con la llegada de internet. Este nuevo canal amplía el acceso a la información y permite al usuario generar y difundir sus propios contenidos, lo que abre las puertas a la infoxicación. El exceso de información y la llegada de múltiples canales por dónde difundirla, como son las redes sociales y la mensajería instantánea, entre otros, provoca una crisis de confianza hacia los periodistas, que redefine el ejercicio del fact-checking.
La infoxicación y los múltiples canales de difusión hacen que los periodistas no lleguen a todo. Los fact checkers actúan de manera reactiva desmintiendo hechos e información que ya circula en internet, pero nunca opiniones personales. Así pues, el fact-checking, tal como lo entendemos hoy, es un producto de la era digital. En 1994 nace en Estados Unidos Snopes, la primera plataforma de verificaciones en línea que aparece con el objetivo de validar y desmentir mitos, rumores y leyendas urbanas que circulaban por internet. La evolución de las falsedades en medios no ha hecho más que agravarse.
España es el escenario de imperios mediáticos que, a cualquier precio, sostienen el relato oficial de una monarquía directa heredera del franquismo. Para eso, argumentando el bien común, nos someten a la desinformación más conveniente al poder. Aquí, la tarea de los fact-checkers o verificadores es esencial en la era del exceso informativo y las redes sociales, pero para que la misión de acabar con la información falsa se cumpla, es necesario que cualquier ciudadano, alfabetizado digitalmente, sepa identificar este tipo de contenidos sin caer en falsedades o engaños.
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El autor es economista y analista político, experto en comunicación institucional.
Este artículo se publicó originalmente en elobrero.es
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